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Segundo semestre 2017
escenarios reales con la cooperación de bomberos y de la Po-
licía local, para que exista una coordinación en caso de que las
situaciones de emergencia se produzcan.
A continuación Esmeralda Gutiérrez describió pormeno-
rizadamente el accidente ocurrido en 2009 en la menciona-
da industria química asturiana, un incendio en un tanque de
naftalina que produjo una nube tóxica. Los pasos que se si-
guieron fueron la activación tanto del plan de emergencia in-
terior y exterior –este último tras la comunicación al Servi-
cio de Emergencias del Principado de Asturias (Sepa)– como
del pacto de ayuda mutua integrada por empresas que tie-
nen la obligación de prestar auxilio con medios materiales y
humanos.
Como consecuencia de una buena implantación y de un ade-
cuado mantenimiento del plan de autoprotección, los equipos
de intervención interna actuaron eficazmente, de forma coor-
dinada, logrando confinar el incendio en una zona determina-
da de la factoría, evitando que se propagase a otras adyacen-
tes y minimizando los daños materiales y humanos (siendo el
cómputo final 4 heridos leves).
ASEPAL: EPI y cambios en la normativa
A continuación,
Javier Díaz
, responsable técnico de la Asocia-
ción de Empresas de Equipos de Protección Individual (ASE-
PAL), compartió con los asistentes el papel fundamental que
tienen los equipos de protección individual en el ámbito de
la seguridad industrial, además de informar de los cambios
que supone la próxima aplicación del nuevo Reglamento (UE)
2016/425 en la ponencia titulada “La importancia del EPI en la
seguridad industrial. Cambio de normativa”.
Javier Díaz destacó que el EPI debe ser percibido como el
último elemento defensivo, al que el usuario recurre cuando
todas las demás medidas preventivas no son suficientemente
eficaces para protegerle del riesgo que amenaza su salud, eri-
Esmeralda Gutiérrez ilustró a los asistentes acerca de las ac-
tividades desarrolladas por Previnsa, una consultoría de emer-
gencias asturiana que con sus servicios responde a las necesi-
dades de autoprotección existentes. En un primer momento,
tal y como detalló la experta, “realizamos la elaboración del
plan, basándonos en la normativa, identificando sus riesgos in-
ternos y externos; a continuación, cuantificamos los medios
materiales existentes en el establecimiento para hacer frente
a las emergencias y formamos y organizamos los equipos de
emergencia ante posibles situaciones de riesgo”.
En el caso concreto de la industria química objeto de la po-
nencia, se establecieron protocolos de emergencia y de eva-
cuación con el objetivo de actuar de una manera coordinada
y organizada. Así mismo, como apoyo al plan de autoprotec-
ción, se elabora un informe de adecuación que refleja el esta-
do actual del establecimiento a la normativa vigente.
Y es que los tres pilares fundamentales del éxito en la im-
plantación del plan de autoprotección son informar, formar y
realizar simulacros. La información destinada a trabajadores y
usuarios “debe ser relevante, ofreciendo a cada uno lo que le
interesa”, matizó Esmeralda Gutiérrez, añadiendo que en el
proceso de formación “se designan equipos de intervención
a los que hay que capacitar y habilitar para que puedan ac-
tuar en el caso de que produzca una emergencia “. Esta for-
mación debe ser específica, eminentemente práctica y prefe-
riblemente “in situ” –en la propia instalación–. El reciclaje pe-
riódico de la formación constituye un factor indiscutible en la
adquisición de habilidades para manejar equipos de lucha con-
tra incendios.
En torno a los simulacros, la directora técnica de Previnsa
argumentó que “con ellos conseguimos evaluar los planes de
autoprotección, los procedimientos de actuación, la interven-
ción de los equipos de emergencia y el funcionamiento de los
medios de protección contra incendios”. Para que los simula-
cros –internos y externos– sean eficaces, deben efectuarse en
Esmeralda Gutiérrez, directora técnica de Previnsa.
Javier Díaz, responsable técnico de ASEPAL.
SEGURIDAD EN CATASTROFES Y EMERGENCIAS