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Segundo semestre 2016
se sufran enfermedades profesionales o accidentes de trabajo.
Si nos enfocamos directamente en los riesgos de un hospital,
podemos identificar los siguientes: rayos X en imagenología, áci-
do acético y peracético en diálisis, ruido en el secado de instru-
mentos, óxido de etileno en la esterilización de instrumentos,
formaldehído en el procesamiento de biopsias, citostáticos en
la preparación de medicamentos oncológicos, alcohol en el tra-
tamiento de heridas, lesiones musculoesqueléticas por el ma-
nejo de pacientes y cargas, dermatitis por el lavado frecuente
de manos, explosión por mal manejo de calderas y cilindros de
gases clínicos, incendios en laboratorios y bodegas, entre mu-
chos otros.
Antiguamente no existía un control exhaustivo de estos ries-
gos, pero luego de que se promulgó el DS 594 en el año 1999,
sobre las condiciones sanitarias y ambientales básicas de los am-
bientes de trabajo, comenzaron a desarrollarse programas de
control de estos riesgos a través de exámenes a los trabajado-
res expuestos y evaluaciones ambientales para medir y contro-
lar la exposición a estos agentes, ya que comenzaron a imple-
mentarse límites de tolerancia biológica con máximos permisi-
bles para jornadas de trabajo de 8 horas principalmente.
Para cada uno de estos riesgos, debe existir un plan de segu-
ridad y salud laboral que incluya el tipo de actividad a realizar
(examen ocupacional y medición ambiental), frecuencia de rea-
lización, listado actualizado de personal expuesto y organismo
que realizará la actividad. Estos planes de trabajo deben ser re-
conocidos por el personal expuesto y jefaturas, teniendo claro
la importancia del cumplimiento de estos, debiendo asistir pun-
tualmente a los exámenes de salud a los que son citados para
no perder la historia ocupacional de su exposición al agente es-
pecífico.
Otro punto importante a considerar son los elementos de
protección personal para cada riesgo, con un programa de man-
tenimiento y recambio, dependiendo del tipo de agente a pro-
teger, ya que si bien es el último recurso en el control de los
riesgos, son importantes para situaciones en que las medidas in-
genieriles no son factibles y además ayudan a proteger más a los
trabajadores expuestos.
Estadísticas en sector salud
Si bien el sector hospitalario es un área en donde se ofrecen ser-
vicios de cuidados a personas vulnerables, en donde la calidad de
la atención es lo primordial, no ocurre muchas veces con las per-
sonas que conforman los equipos de trabajo, es un poco paradó-
jico pero es la realidad. A nivel de país, las tasas de accidentabili-
dad bordean el 2,61%, cifra que si bien se mantiene bajo el pro-
medio de los otros sectores económicos no es una cifra de la cual
nos podamos sentir orgullosos, debido esto a la importancia que
se les otorga a la atención de los pacientes y al poco autocuida-
do con el que realizan sus labores. Los accidentes más comunes
ocurren en golpes, caídas y sobreesfuerzos, pero también un alto
porcentaje se lo llevan los accidentes cortopunzantes, todos ellos
producto del descuido de los procedimientos que desarrollan,
por el apremio que le deben a la atención del paciente.
Sin embargo, los equipos de prevención trabajan incesante-
mente en programas de intervención para controlar este tipo
de casuísticas, muchas veces con el apoyo de las mutualidades
y direcciones de los establecimientos, ya que sin el apoyo de las
máximas área de los hospitales, el valor de la autoprevención
no se siente en cada uno de los trabajadores.
Los accidentes más comunes ocurren
en golpes, caídas y sobreesfuerzos, pero
también un alto porcentaje se lo llevan
los accidentes cortopunzantes
PRL EN el sector sanitario