FSL-LATAM_006

30 Segundo semestre 2018 El inicio de cómo se comenzaron a utilizar las ambulancias, ca- rros de bomberos y vehículos policiales está inserto dentro de muchas referencias. Los “hospitales de campo”, llamadas así las ambulancias (los hospitales estaban en las ciudades), fueron in- troducidas por la Reina Isabel la Católica durante el sitio de Má- laga en el 1487 y revividos por su nieto Carlos V durante el sitio de METZ en 1553. A partir de esto se comienza a dar impor- tancia a la existencia de médicos, hospitales y ambulancias para el cuidado general de los soldados. En el siglo XIX, durante la Revolución Industrial, eran nefas- tas las condiciones de trabajo. En sectores en donde se realiza- ban las actividades laborales no había ventilación, existía inhala- ción de sustancias toxicas, el calor era elevado y los trabajadores se amontonaban en las máquinas muchas veces eran mal instala- das. Los niños y mujeres llegaban a trabajar entre 12 a 14 horas por jornada de trabajo. Estas condiciones provocaban explosio- nes, amputaciones de dedos, brazos, estrés y muchas enfermeda- des. Aristóteles, lósofo y naturalista griego, también intervino en la salud ocupacional de su época pues estudió ciertas deforma- ciones físicas producidas por las actividades ocupacionales, plan- teando la necesidad de su prevención. También investigó las en- fermedades producidas por intoxicaciones con plomo. Con el paso del tiempo y el crecimiento de las ciudades, in- dustrias, maquinarias y la población, han aumentado también las emergencias y con el calentamiento global las catástrofes natu- rales que han llevado a actuar a los profesionales en función de la emergencia que ocurra. Todos los países tienen una distinta frecuencia de emergencias, como algunas son afectadas de ma- nera normal por estas, como por ejemplo el caso de Chile, el cual es un país sísmico y protagonista de muchas otras catástro- fes y emergencias. Formación profesional Las emergencias extrahospitalarias y las catástrofes exigen una formación profesional de quienes actúan en estos escenarios. No basta con exigir un per l o experiencia, sin acreditar la pro- pia seguridad de estos profesionales, quienes están iguales o más expuestos en la misma emergencia o catástrofe. Los profe- sionales que se enfrentan a desastres y emergencias se ven ex- puestos tanto a riesgos físicos como a riesgos psicológicos, lo que puede llevar a provocarles un daño a la salud físico e, in- cluso, llevarlos a la muerte. Esto a raíz de trabajar expuestos a el fuego, estructuras colapsadas, eventos de tsunami, terremo- tos, maremotos, picaduras de insectos, alud, aluviones, riesgos biológicos (microorganismos), accidentes aéreos, mordedura de animales y muchas veces también estresados por la emergencia o simplemente cuidando su territorio. Es de gran importancia, además del entrenamiento, los simu- lacros, la capacitación y un sistema de gestión, crearles una cul- tura preventiva y de autocuidado, un apoyo psicológico, pero aun así, deben enfrentarse a situaciones en donde el peligro es inherente y el riesgo es prácticamente difícil de mitigar. Es esen- cial la ayuda psicológica, controlar el sueño y la fatiga en los roles de turno, proporcionar el equipo de protección necesario para el trabajo (última barrera de protección) y controlar los límites de exposición, entre otros factores. Peligros y riesgos de los profesionales del sector catástrofes y emergencias Genoveva Marchant Morales Gerente técnico en Fireproof Consultores de Seguridad & Emergencias LTDA SEGURIDAD EN CATASTROFES Y EMERGENCIAS

RkJQdWJsaXNoZXIy MzA3NDY=