Terapia de ozono para el tratamiento de pacientes positivos para SARS-CoV-2

El gas de ozono (03) descubierto Christian Friedrich Schönbein en 1840, es una molécula que consta de tres átomos de oxígeno (siendo una forma alotrópica de éste). La ozonoterapia se ha utilizado y estudiado durante más de un siglo. Su uso médico tiene  efectos son probados, consistentes y seguros; con riesgos mínimos y evitables. Los mecanismos de acción son la inactivación de bacterias, virus, hongos, levaduras y protozoos, la estimulación de los metabolitos de oxígeno, la activación del sistema inmune. Investigaciones pre-clínicas y clínicas con un rigor científico considerable sobre el uso de la ozonoterapia, se han realizado en Alemania, Cuba, Italia, Rusia y otros países, arrojando resultados que avalan su uso a través de diferentes protocolos médicos. Teniendo en cuenta que los estudios preclínicos, genotóxicos, toxicológicos y clínicos avalan la aplicación e inocuidad de esta terapia médica en un rango bastante amplio de dosis (1).

De tal forma que cuando el ozono entra en contacto con los fluidos biológicos (sangre, plasma, linfa, suero salino fisiológico, orina, etc.) se disuelve en el agua presente en estos fluidos y reacciona en segundos. Los antioxidantes hidrófilos y lipófilos presentes en esos líquidos orgánicos, agotan una cantidad considerable de la dosis del ozono, permite la formación de cantidades apropiadas de especies reactivas del oxígeno (EROS) y POL (productos de laperoxidación lípidica). La formación de EROS en el plasma es extremadamente rápida (milisegundos) y se acompaña de una disminución transitoria y pequeña, dependiente del ozono, de la capacidad antioxidante (que va del 5 al 25%). Esta capacidad antioxidante recupera su normalidad a los 15 min -20 min. Pero ya el peróxido de hidrógeno y otros mediadores la han difundido al interior de las células activando distintas rutas metabólicas en eritrocitos, leucocitos y plaquetas, dando lugar a numerosos efectos biológicos. El peróxido de hidrógeno  y otras especies reactivas actúan entonces como moléculas señalizadoras en el medio intracelular, mensajeros que el ozono a dosis terapéuticas ha disparado y que representan un insulto oxidativo controlado que exacerba una reacción de defensa ante tal agresión (2).

A nivel industria, se ha utilizado el ozono para el tratamiento del aire y para ello se usa en forma gaseosa. En este estado, el ozono es un gas incoloro con un olor característico y se compone de una molécula de oxígeno con tres átomos en lugar de dos. El átomo extra del ozono es un radical libre que reacciona con compuestos orgánicos volátiles, neutraliza los olores y ciertos gases y luego se revierte a oxígeno nuevamente. Destruye los microorganismos y no reduce el flujo de aire. Las unidades generadoras se pueden instalar en los aires acondicionados centralizados e incluso en las habitaciones, siempre y cuando se cumplan los límites permisibles y niveles de exposición acorde con las directrices y normas de protección ambiental  (3).

Ahora bien, los coronavirus son patógenos importantes en humanos y animales. A fines de 2019, se identificó un nuevo coronavirus como la causa de un grupo de casos de neumonía en Wuhan (provincia de Hubei de China) que causó un gran brote global que representa un importante problema de salud pública. En febrero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) nombró a la enfermedad COVID-19, que significa enfermedad por el virus del coronavirus 2019. El virus que causa el COVID-19 se denomina SARS-CoV-2.

El SARS-CoV-2 se trasmite de persona a persona a través de gotículas procedentes de la nariz o la boca que una persona despide cuando tose o estornuda, se ha estimado que la infección tiene un período de incubación medio de 6,4 días y un número de reproducción básica de (2,24-3,58) días.

Entre los pacientes con neumonía causada por el SARS-CoV-2, la fiebre fue el síntoma más común, seguido de tos, malestar general y tos seca en la fase prodrómica. La afectación pulmonar bilateral con opacidad de vidrio esmerilado fue el hallazgo más común en las imágenes de tomografía (TC) de tórax. Las imágenes de TC demostraron progresión durante la etapa temprana desde el inicio de la enfermedad (4).

Las características bioquímicas y farmacológicas del ozono proporcionan suficientes razones para considerar estas moléculas útiles en el tratamiento de varias infecciones virales, específicamente en el tratamiento de COVID-19.

Proponemos el uso potencial de oxígeno-ozono como terapia complementaria, basada en datos científicos disponibles

El ozono es un oxidante que muestra una actividad paradójica cuando está en contacto con moléculas orgánicas, genera una respuesta significativa al estrés adaptativo, al estimular la expresión de enzimas antioxidantes y desintoxicantes.

De hecho, al reaccionar con sustratos objetivo en fluidos biológicos (acidos grasos poliintaturados (PUFA)  y  glutatión reducio (GHS)), conducen a la creación de hidroxiperóxidos y aldehídos. Entre ellos, el 4-HNE (4 hidroxil-nonenal) que es un elemento clave en la transducción de señales, implicados en la regulación positiva del glutatión y también en la mejora de la resistencia a la apoptosis que se deriva de los agentes prooxidantes.

Además de la actividad antioxidante, antiinflamatoria y antiviral, es importante considerar la actividad relevante de estimulación y respuesta inmune ligada a NRF2, factor de transcripción vinculado a diferentes citocinas (IL-2, IL-6, TNF-Alfa e IFN- Gamma) con su apoyo a los linfocitos y macrófagos, forman la primera línea de defensa (5).

El mecanismo de la infección por SARS-CoV-2 aún no se conoce. La clave para la transmisión humana es la capacidad del virus para unirse a las células humanas: los CoV usan la proteína de espiga para unirse a las células, y parece que el SARS-CoV-2, como el virus del SARS-Co, usa el mismo receptor la Enzima Convertidora de Angiotensina 2 (ACE2). Un estudio reciente mostró que la afinidad entre el dominio de unión del virus (RBD) y el receptor del huésped ACE2, en el paso inicial de unión viral, determina la susceptibilidad del huésped al SARS-CoV-2.

La mayor transmisibilidad del SARS-CoV-2 que el SARS-CoV se explica en parte por el hecho de que, debido a una mayor afinidad, aumenta la capacidad de unión de la RBD viral y se reduce la cantidad de virus necesarios para infectar una célula. El SARS-CoV-2 parece tener afinidad por las células ubicadas en las vías aéreas inferiores, donde se replica, causando evidencia radiológica de neumonía en pacientes sin ningún síntoma clínico particular (6).

La proteína de espiga y los receptores de células ACE2 se han identificado como receptores putativos para SARS-CoV-2; podrían promover la proliferación de COVID-19.

Se sabe que estos receptores pueden bloquearse con algunos monoclonales específicos, pero también a través del control de Nrf2 (un importante transductor de mensajes nucleares), que regula y bloquea la actividad de la proteína de espiga y ACE2.

La terapia 03 tiene muchos efectos biológicos, pero lo más relevante es su capacidad para modular la activación de Nrf2, la regulación negativa de NFkB, y también modula NLRP3 inflamasona.

Se puede decir que la terapia oxígeno-ozono es un nuevo método de terapia neuro-farmacéutica y, por lo tanto, su uso en combinación con otros tratamientos en pacientes con COVID-19 puede estar justificado, útil y sinérgico

Debido a que 03 actúa directamente sobre Nrf2 estimulándolos, parece muy probable que este sea el mecanismo fisiológico más importante para bloquear la replicación endógena de COVID-19 evitando el contacto con los receptores de SARS-CoV-19.

La terapia O3 pudiera restaurar la respuesta inmune correcta al estimular las moléculas de transducción de señales a través de Nrf2 y, por lo tanto, estimular la transducción nuclear a través de microARN específicos que restauran la reacción inmunoestimulante y antioxidante.

Se puede decir que la terapia oxígeno-ozono es un nuevo método de terapia neuro-farmacéutica y, por lo tanto, su uso en combinación con otros tratamientos en pacientes con COVID-19 puede estar justificado, útil y sinérgico (7).

Actualmente, no se dispone de tratamientos farmacéuticos específicos ni vacunas para combatir la infección por SARS-CoV-2, se está utilizando moléculas de nuevo desarrollo y usos nuevos de medicamentos autorizados para otras indicaciones. Proponemos el uso potencial de oxígeno-ozono como terapia complementaria, basada en datos científicos disponibles como se explica en este documento.

El 13 de marzo de 2020 el Comité Científico Internacional de Ozonoterapia (ISCO3) emitió un documento oficial elaborado por expertos señala que la ozonoterapia sistémica puede ser potencialmente útil en el SARS-CoV-2. La justificación y el mecanismo de acción ya han sido probados con otras infecciones virales y han demostrado ser altamente efectivos en estudios de investigación. El mecanismo de acción es el siguiente:

1. La inducción de la adaptación al estrés oxidativo, por lo tanto, un reequilibrio del estado redox celular.
2. La inducción de IFN-gamma y citocinas proinflamatorias.
3. El aumento del flujo sanguíneo y los tejidos oxigenación a órganos vitales (es decir, circulación renal, pulmonar y cardíaca).
4. Actuar como una autovacuna cuando se administra en la forma de auto hemoterapia menor.

La administración sistémica recomendada es: Solución Salina Ozoniza (03SS), Auto hemoterapia mayor (MAH) y oxigenación-ozonización sanguínea extracorpórea (EBOO). Es una terapia complementaria porque mientras el paciente infectado es tratado con medicina alopática, al mismo tiempo el paciente también recibe el tratamiento complementario propuesto (8).

En una carta enviada el 24 de marzo de 2020 a la Sociedad Científica de Oxigenoterapia-Ozono (SIOOT), la Secretaría Científica del presidente del Instituto Superior de Salud (ISS) autoriza el uso de la terapia de ozono para el tratamiento de personas que han dado positivo a COVID-19.

La carta señala que “la propuesta del protocolo SIOOT para el posible uso de terapia de oxígeno-ozono en el tratamiento de la neumonía intersticial por coronavirus ha sido cuidadosamente evaluada por algunos expertos de la ISS”.

Después de evaluar posibles investigaciones, la carta firmada por el Dr. Luigi Bertinato, jefe de la Secretaria Científica del presidente, declara que dado que la propuesta de utilizar oxigeno-ozono “está apoyada por centros clínicos experimentados en el tratamiento de neumonía vitral, el Instituto Superior de Salud considera que  apropiado  que el tratamiento se pueda llevar a cabo, después  de la autorización de consentimiento informado del paciente, por médicos con experiencia específica y con la disponibilidad de instrumento apropiados, según se escribe detalladamente en el propio protocolo”.

La Sociedad Italiana de Terapia de Ozono y Oxígeno (SIOOT) afirma que:

• Según los resultados de un experimento realizado en China en el laboratorio nacional P3 dirigido por el profesor Li Zelin, el ozono ha demostrado ser efectivo para matar el virus del SARS inoculado en las células renales de mono verde, logrando una tasa de muerte de 99,22 %.
• El virus descubierto en Wuhan y el virus del SARS pertenecen a la cepa de coronavirus. Los investigadores encontraron que Covid-19 es 80% similar al virus del SARS. Por lo tanto, es razonable prever que el ozono puede ser igualmente efectivo en la prevención y el control del nuevo coronavirus.
• Los médicos de SIOOT han tratado a muchos pacientes con bronconeumonía con la terapia de oxígeno y ozono SIOOT. Los resultados de la ozonoterapia han sido excelentes. La duración de la enfermedad se redujo y se destacó la pronta recuperación de la hipoxemia y el cuadro radiológico en los pacientes. Además, la práctica con oxígeno de ozono propuesta por SIOOT no es incompatible con otras terapias farmacológicas.
• SIOOT ha anunciado que, hasta la fecha, al menos diez centros hospitalarios ya están utilizando oxígeno-ozono en el tratamiento de pacientes con Covid-19 positivo. Los hospitales están ubicados en Piamonte, Lombardía, Emilia-Romaña, Véneto y Lacio.

En este sentido, SIOOT se ha comprometido a comunicar los primeros resultados clínicos de los hospitales que practican la ozonoterapia dentro de los 40 días al Istituto Superiore di Sanità (9).

La propuesta del protocolo SIOOT para el posible uso de terapia de oxígeno-ozono en el tratamiento de la neumonía intersticial por coronavirus ha sido cuidadosamente evaluada por algunos expertos de la ISS

Actualmente no existen medicamentos aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) para COVID-19. Sin embargo, se está estudiando una variedad de medicamentos aprobados para otras indicaciones, así como múltiples agentes de investigación, para el tratamiento de COVID-19.

Las personas de todas las edades corren el riesgo de infección y enfermedad grave. Sin embargo, la probabilidad de enfermedad mortal es más alta en personas de ≥65 años y en aquellos que viven en un hogar de ancianos.

Otros factores de riesgo de COVID-19 son personas de cualquier edad con padecimientos crónicos, especialmente cuando no están bien controladas, que incluyen: Hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus, enfermedad respiratoria crónica, cáncer, enfermedad renal y obesidad (8).

La ozonoterapia sistémica puede ser potencialmente útil en el SARS-CoV-2. La justificación y el mecanismo de acción ya se han demostrado clínicamente en otras infecciones virales y se ha demostrado que es altamente eficaz en estudios de investigación. Los mecanismos de acción serian:

1. La inducción de la adaptación al estrés oxidativo, por lo tanto, un reequilibrio del estado redox celular.
2. La inducción de IFN-gamma y citocinas proinflamatorias.
3. El aumento del flujo sanguíneo y la oxigenación de los tejidos. a órganos vitales.
4. Tiene acciones potenciales como una autovacuna cuando se administra en forma de auto hemoterapia menor. Esperemos que la contingencia por SARS-CoV-2 en nuestro país sirva de parte aguas para  implementar nuevas terapéuticas, poco exploradas y reconocidas como es caso de la ozonoterapia.

Referencias

1. Elvis AM, Ekta JS. Ozone therapy: A clinical review. J Nat Sci Biol Med 2011(1):66-70.
2. Scwhartz A, Martínez-Sánchez G. La ozonoterapia y su fundamentación científica. Revista Española de Ozonoterapia. 2012; 2 (1):163-198.
3. Franken L. La aplicación de la tecnología del ozono a la salud pública y la industria. Food Safety and Security at Kansas State University. 2015.
4. Potential use of ozone in SARS-CoV-2/COVID-19. Official Expert Opinion of the International Scientific Committee of Ozone Therapy (ISCO3). ISCO3/EPI/00/04(March 14,2020). Approved by ISCO3 on ISCO3 on 13/03/29020.
5. Valdenassi L, Franzini M, Rinaldi L,Tirelli U. Potential mechanisms by which the oxygen-ozone (02-03) therapy could contribute to the treatment against the coronavirus COVID-19. Accepted European review medical Pharmacological Sciences.
6. Gabutti, G., d’Anchera, E., Sandri, F. et al. Coronavirus: Update Related to the Current Outbreak of COVID-19. Infect Dis Ther (2020). https://doi.org/10.1007/s40121-020-00295-5
7. Ricevuti G, Franzini M, Valdenassi L. Oxygen-ozone immunoceutical in COVID-19: facts and figures. Zone therapy 2020; 5:9014
8. Potential use of ozone in SARS-CoV-2/COVID-19. Official Expert Opinion of the International Scientific Committee of Ozone Therapy (ISCO3). ISCO3/EPI/00/04(March 14,2020). Approved by ISCO3 on ISCO3 on 13/03/29020.
9. Antonio Gaspari. www.orbisphera.org.https://ozonewithoutbordesr.ng