Sabemos que la seguridad es un valor interdependiente, que sea un valor no negociable, que la seguridad sea responsabilidad de todos, considerándola como que la seguridad es lo primero.
El compromiso de los mandos gerenciales de las organizaciones es determinante para resultados exitosos al implementar un sistema de gestión de prevención de riesgos laborales (PRL).
A través de la experiencia profesional, he conocido estrategias que he socializado con líderes de organizaciones: comparto algunas relevantes como ayuda en la gestión de PRL. Esto va dirigido a todos los lectores, con el deseo de que sirva a directivos de las organizaciones para la toma decisiones en el tema de seguridad.
Que los mandos gerenciales mantengan en su agenda el tema de seguridad.
Es conocido que la política de seguridad y salud laboral sea dictada por la alta dirección y que da gran valor cuando hace partícipe a su personal en el cumplimiento de ella a través de visitas y juntas en campo
Un directivo da mensajes claros sobre las finanzas, la misión, visión y valores de la organización, así como sus expectativas sobre el desempeño de seguridad, que deben ser compartidas con una claridad semejante y reforzarlas a la primera oportunidad.
Los líderes de las organizaciones podrán alcanzar el nivel de excelencia en seguridad en la medida que demuestre lo que quiere y demande.
Desarrollar habilidades y conocimientos para transmitir el valor que tiene la seguridad en la organización.
Es de importancia mantener un continúo aprendizaje en temas de PRL, sino a la profundidad de un especialista: si interesarse por temas que le permitan evaluar el desempeño de la seguridad en su empresa, considere planear reuniones con su especialista de PRL para conocer sobre accidentabilidad, reducción de primas de riesgo por atención de la prevención y sobre el nivel de cumplimiento.
Darse la oportunidad de asistir a expos sobre el tema y conocer las nuevas tecnologías que hay en el mercado posicionará a su organización a la vanguardia en seguridad.
Mostrar interés y pasión por cero incidentes, lesiones y/o accidentes.
Como ya comentamos, el líder la organización obtendrá el nivel de excelencia que demuestre y demande. Hagamos el ejercicio de observación sobre la paradoja de la seguridad, que tiene que ver con lo deseado y lo obtenido. En forma gráfica podría ayudarnos lo siguiente (ver gráfico 1).
Lo que dejamos de hacer tiene un impacto grande en el comportamiento de la gente.
Desde siempre hemos conocido que la congruencia entre lo que decimos y lo que hacemos, cuando el ejemplo mostrado por la alta dirección de “ponerse el casco” durante un recorrido en campo tiene mucho “punch” entre los colaboradores, mayor a muchas campañas de sensibilización.
Fijar objetivos retadores, que motiven al personal para ser alcanzados, así como establecer “reglas de oro”.
La gestión de los recursos para alcanzar los objetivos fijados es de suma importancia, igualmente el celebrar y reconocer los logros en seguridad impactará a toda la organización.
Las “reglas de oro” son normas específicas de seguridad que ayudan a salvar la vida. Definir las “reglas de oro” para una organización es una aportación directiva que permitirá disminuir la probabilidad de pérdida y deben buscar salvar la vida humana (considere establecer un número reducido de “reglas de oro” para cumplimiento, que debe ser obligatorio, sin excusa: su existencia no debe confundirse con “reglas generales de seguridad”). Es indispensable establecer un proceso de comunicación para dar a conocer las “reglas de oro”, antes de llevar a cabo acciones por incumplimiento de las mismas.
Comparto temas concluyentes que ayudarán a la alta dirección a reforzar el empuje de la PRL en la organización que lidera:
-La alta dirección debe considerar, interesarse por la seguridad, además de las razones legales y requerimientos normativos. Pensándola como una acción prioritaria, al interesarse en la seguridad por razones de solidaridad, por responsabilidad social, y como un tema principal por la continuidad del negocio; estas apreciaciones nos orientan a considerar a las actividades de seguridad, como costo y no como gato, insistiendo en su carácter preventivo.
-Derivado de lo anterior, el concepto de costo debe ser asociado a la inversión en acciones preventivas de seguridad, debiendo ser consideradas como un elemento de mejora de la rentabilidad económica de la organización, es decir un desembolso de dinero para mitigar una crisis.
El concepto de gasto como ya se sabe debe ser asociado al desembolso luego de la ocurrencia de eventos no deseados (accidentes), es decir, podría considerarse como un desembolso de dinero que no agrega valor al negocio.
Los elementos que intervienen en la seguridad pueden ser identificados como elementos del costo o del gasto, dependiendo de su empleo como de carácter preventivo o de carácter correctivo o restaurativo de las condiciones de seguridad posterior a un accidente.
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