Alfredo Domínguez Marrufo, subsecretario del Trabajo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), exhortó a los empresarios para que faciliten en sus centros de trabajo todos los procesos de votación para que los trabajadores participen activamente en la vida sindical y negociación colectiva.
Al participar en la conferencia y sesión de discusión “Perspectivas Económicas, Laborales y de Seguridad Social 2020”, ante integrantes de la Cámara Nacional de las Industrias de la Celulosa y del Papel, Domínguez Marrufo aseguró que la democratización del mundo del trabajo no es tan solo responsabilidad de la autoridad, tiene que ser obra de los trabajadores y, a los empleadores les corresponde facilitar que los procesos democráticos se lleven a cabo en sus centros de trabajo, para que las comisiones de trabajadores que hagan las negociaciones de los contratos colectivos sean legítimas y realmente representen los intereses de los trabajadores.
En la reunión, que se llevó a cabo en las instalaciones de la Cámara, explicó que, con la implementación de la reforma laboral, promulgada el pasado 1 de mayo, México hará una transición de un modelo laboral corporativo, de control, con un esquema de contención salarial y de precariedad en las condiciones de vida y de trabajo a un modelo democrático.
Resaltó que el nuevo modelo laboral tiene tres elementos esenciales. El primero obliga a que todos los procedimientos de elección, de directivas de sindicatos sean a través del voto personal, libre, directo y secreto; con lo que se acaban las elecciones a mano alzada.
“Este elemento del voto personal, libre, directo y secreto es una vieja aspiración; no es un regalo del gobierno mexicano, ni de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá. Es una demanda que viene de muchas luchas, de muchos sacrificios, de muchos trabajadores y de mucha gente que ha estado siempre defendiendo el derecho a la libertad sindical y a una auténtica democracia al interior de los sindicatos”.
El segundo elemento, dijo, es acabar con la simulación que representan los contratos de protección, que son contratos colectivos que se firman sin que los trabajadores sean consultados, llega un sindicato y dice “yo firmo el contrato colectivo de tal empresa”, y muchas veces los trabajadores de esa empresa ni siquiera conocen al sindicato ni a los líderes que están firmando a su nombre.
Y por último abundó que el tercer elemento termina con el «cuello de botella» y los procesos tortuosos para trabajadores y empresarios en la impartición de justicia. Las Juntas de Conciliación y Arbitraje desaparecen para abrir las puertas de los Tribunales Laborales, quienes tendrán independencia, juicios orales y procedimientos máximos de 6 meses.
En el evento también estuvieron presentes: Martín Rincón Arredondo, presidente de la Cámara Nacional de las Industrias de la Celulosa y del Papel; Javier Salas Martín del Campo, director de Estudios Económicos de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales; Gilberto Chávez Orozco, coordinador de la Comisión de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados; Héctor Moreno Fabila, director de Relaciones Laborales Grupo Gondi y presidente de la Comisión de Relaciones Industriales de la Cámara de Papel.
Archivado en: