Seguridad Laboral Latam 013
argentina y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades”. Es un objetivo social universal y “un derecho humano fundamental” (Confe- rencia de Alma-Alta, 1978). Es así como los estados son los res- ponsables de detectar las necesidades de salud de las poblaciones, trans- formarlas en una efectiva demanda y otorgar las prestaciones para su satis- facción. La salud no se alcanza en forma so- litaria, atravesada por los llamados de- terminantes de la salud (Marc Lalonde, exministro de Salud de Canadá). La OMS los define como “las circunstancias en que las personas nacen, crecen, traba- jan, viven y envejecen, incluido el con- junto más amplio de fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida cotidiana”. Incluyen factores modificables como los estilos de vida, las condiciones de trabajo, la educación y el acceso a agua potable y otros factores no modifi- cables como el sexo biológico, la edad y la carga genética. La salud debe ser integrada en to- das las políticas públicas a fin de man- tener la productividad de las industrias y la economía de las regiones se requiere contar con trabajadores sanos, que rea- licen sus actividades en un medioam- biente de trabajo seguro y saludable, en condiciones de empleo equitativas y justas y con la garantía de un acceso oportuno a servicios de salud. Lo hemos vivenciado en los inicios de la pandemia causada por el SARS- COV 2: algunos estados creyeron elegir entre la preservación de la salud de la población o el mantenimiento de la economía local. Hoy, a más de 2 años del inicio de la pandemia, hemos comprendido que aquella fragmentación resultó ser una falsa dicotomía: salud, trabajo y eco- nomía son dimensiones inseparables, directamente relacionadas entre sí. Los invito a hacer un ejercicio con múltiples variables. Cualquier impacto negativo en la esfera de la salud repercutirá indefec- tiblemente en las otras dimensiones: trabajadores enfermos acudirán al sis- tema de salud para su atención, recar- gándolo. Se generará una disminución en la fuerza de trabajo, habrá una mer- ma en la producción, lo cual impactará en la economía de la empresa y, por ende, en la regional. Además, faltarán insumos para atender las necesidades básicas y las de segunda necesidad lo cual potenciará el circuito. De otro modo, si aumenta la desocu- pación o existen malas condiciones de trabajo, los empleados se enfermarán acudiendo al sistema de salud, dismi- nuirá el ingreso económico, habrá fa- milias desprotegidas, mayor exclusión, aumento de la vulnerabilidad social e impacto en la economía. La Medicina del Trabajo y la salud ocupacional En el centro de este engranaje nos en- contramos los médicos del trabajo, los psicólogos, los enfermeros laborales, los administrativos y los técnicos en un trabajo codo a codo con los servicios de higiene y seguridad, conformando verdaderos equipos. La Medicina del Trabajo es “la espe- cialidad médica que, actuando aislada o comunitariamente, estudia los me- dios preventivos para conseguir el más alto grado de bienestar físico, psíquico y social de los trabajadores…” (OMS). Posee una fuerte orientación psico- social e integra a múltiples áreas (pre- ventiva, asistencial, de gestión, de do- cencia e investigación, entre otras). Aún hoy ocupa gran parte de su tiempo en el control del ausentismo, en función de las necesidades de las gerencias de re- cursos humanos y en detrimento de su esencia: la prevención. Por su parte, la Salud Ocupacional es una estrategia que boga por asegurar la salud de los trabajadores y así forta- lecer la economía nacional. Se trata de equipos interdisciplinarios liderados por el médico del trabajo, integrados a otras estructuras, con la participación activa de todos sus acto- / Primer semestre 2022 49
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