Seguridad Laboral Latam 013

/ Primer semestre 2022 48 argentina L os números que no siempre miramos. A pesar de la relevancia de poseer una fuerza de trabajo sana y segura, los datos recogidos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) son estremecedores. En América Latina y el Caribe: - Cada 1 minuto, 36 personas sufren le- siones relacionadas con su trabajo. - Cada día, 300 trabajadores mueren de- bido a accidentes laborales. - Cada año, 1, 9 millones de trabajadores presentan padecimientos relacionados a su ocupación. - En el mundo, 160 trabajadores sufren un accidente relacionado con el de tra- bajo cada 15 segundos. - En ese mismo lapso, 1 trabajador mue- re debido a accidentes o enfermeda- des laborales. Los avances permanentes de la cien- cia y la tecnología, de la inteligencia arti- ficial y los algoritmos, de la nanotecnolo- gía, la robótica y del Big Data parecen no ser suficiente para alcanzar la cobertura de salud de los trabajadores. Decía hace tiempo Facundo Cabral (1937-2011), un cantautor, poeta, es- critor y filósofo argentino: “Mirá si será malo el trabajo, que deben pagarte para que lo hagas.” A veces, las voces popu- lares le otorgan entidad a lo silenciado. La pandemia nos ha concedido la oportunidad de reflexionar una y mil ve- ces y, en este ejercicio, propongo volver al principio y consensuar nuevas estrate- gias posibles. La salud de los trabajadores La población económicamente activa (PEA) o fuerza de trabajo, representa al 50% de la población mundial, un por- centaje que asciende en América Latina y el Caribe, estimándose en alrededor del 60%. Un individuo promedio trabaja 8 horas durante cada uno de los 5 días de la se- mana desde su mayoría de edad hasta su retiro jubilatorio. Los números nos permiten estimar que la mitad de la población mundial trans- curre un tercio de su vida laborando. Las muertes y enfermedades relacio- nadas a la ocupación se arrogan un “im- pacto catastrófico” en los ingresos de los hogares en donde, muchas veces, el trabajador detenta el rol de cabeza de familia y representa la única fuente de ingresos para su subsistencia. Además, la patología ocupacional ge- nera una carga adicional para los siste- mas de salud que deben dar respuesta a tratamientos, internaciones, insumos y rehabilitación, impactan en la productivi- dad de las industrias y repercuten en la economía regional. Las muertes y lesiones ocupacionales generan pérdidas de entre el 2 y el 14% del producto bruto interno (PBI) depen- diendo del país. En este punto, urge destacar que a ni- vel mundial sólo se reportan del 1 al 5% de los casos de enfermedades profesio- nales. Por lo tanto, según los datos an- teriores, es probable que se encuentren subregistrados. Tal es su importancia que la OIT las ha denominado como la pandemia oculta (OIT). Hablemos de salud El concepto de “salud” ha ido evolucio- nando a lo largo de la historia, desde una visión exclusivamente biológica basada en la ausencia de enfermedad hasta un concepto global, integral y multicausal, nutrido por diferentes paradigmas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define en su carta fundacional del año 1946 como “un estado de com- pleto bienestar físico, mental y social, Salud ocupacional y atención primaria de la salud: una alianza imprescindible La prevención como estrategia para la cultura de seguridad y salud positivas D ra . S amanta C. K ameniecki V icepresidenta de la S ociedad de M edicina del T rabajo de la P rovincia de B uenos A ires . C oordinadora de salud ocupacional de la A sociación A rgentina de T eletrabajo

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