Seguridad Laboral Latam 10

seguridad en construccion y Trabajos de altura 71 Segundo semestre 2020 En toda mi carrera profesional, casi el 100% de mi experiencia ha sido en empresas del rubro construcción. Un área dentro de las más crudas y con menor valoración en el mercado laboral, de aquellos rubros con oficios que se están extinguiendo y que viven arrastrando viejos resabios conductuales, muchos de los cuales afectan de forma directa los aspectos de seguridad y sa- lud en el trabajo. Oficios que no requieren de mayor nivel edu- cacional, sino que se aprenden bajo el sol del verano y el frío del invierno, de la mano de un maestro que quizás también se inició en esas condiciones. Eso sumado al liderazgo que llevan a cues- tas profesionales con una formación donde lo que más importa son los metros cúbicos de hormigón que se vierten por día en los encofrados, porque el cemento duro es el reflejo de que la obra avanza: es la realización “en concreto” de lo que estaba di- bujado de forma “abstracta” en un plano. Cuántas veces he escuchado, en una y otra organización, los mismos discursos, respecto a que “los trabajadores son los por- fiados”, “es que el casco me molesta para trabajar”, “es que no estoy acostumbrado a trabajar con guantes”y un largo etcéte- ra, que se repiten tanto en el día a día como en las declara- ciones de trabajadores accidentados. Tantas veces que incluso creo que me sentí convencido por ellos en algún minuto. Au- tocuidado, co-cuidado, trabajo seguro, liderazgo visible, condi- ción subestándar, no sabe, no quiere, no puede… Términos abs- tractos que poco sentido pueden hacer en el pensamiento crí- tico de un profesional o un supervisor del rubro, quienes, como ya comenté, buscan el resultado de algo concreto, que pueda ver, que pueda medir. Y aquí es donde comienza este desafío de empezar a transformar la seguridad y salud en el trabajo en algo medible, observable, en algo “concreto”. Criterios mínimos En el mundo del trabajo, y puntualmente cuando hablamos de seguridad y salud, se deben establecer criterios mínimos de ac- ción, estándares básicos desde los cuales vamos a realizar nues- tras tareas diarias, aquellos valores intransables que van a dar el pie a nuestra cultura de seguridad. Y declararlos “intransa- bles” es el primer paso para llevar la seguridad des- de un concepto abstracto, a un conjunto de accio- nes concretas. Y aquí es donde aparece el trabajo más impor- tante, el que involucra a la línea de mando. Es en este punto donde suele desvanecerse el discur- so de seguridad que pueda tener la alta dirección. Quienes ejercen el rol de línea de mando deben manejar el conflicto que les provoca la triada pro- ductividad-calidad-seguridad (conocida también como “procalsedad”, gracias a Samuel Chávez Do- noso), en especial cuando las organizaciones aún no tienen una suficiente madurez en el funciona- miento de sus sistemas de gestión. En este sentido es que la motivación que se le entrega a la línea de mando vaya en línea con lo que se les hace familiar: lo concreto. Hablar en abstracto solo podría pro- vocar confusión y la realización de acciones que no tengan mayor impacto en los resultados de segu- ridad y salud en el trabajo. Y en aquí donde ellos Matriz IPER: de lo abstracto a lo concreto Alejandro Díaz Olivares Auditor de prevención de riesgos en constructora BRICSA En el mundo del trabajo se deben establecer criterios mínimos de acción, estándares básicos desde los cuales vamos a realizar nuestras tareas diarias

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