Seguridad Laboral Latam 009

77 Primer semestre 2020 siones graves o el fallecimiento de los trabajadores. Por lo tanto, a opinión de este profe- sional – máster en prevención de riesgos y gestión en minería y, actualmente, cur- sando un doctorado en salud, seguridad y medio ambiente – no es posible, no podemos y no debemos comentar sobre “resultados positivos de seguridad mine- ra” mientras existan accidentes graves o fatales, independientemente de que sean a consecuencia de actos y/o condiciones inseguras. En cada turno-mina el “supervisor” o jefe –además de administrar especial- mente para el control de costos– tie- ne la “responsabilidad de comunicar” a cada uno de los trabajadores a su cargo la importancia del compromiso con su trabajo y cooperarles para mejorar su desempeño y, en contraparte, los tra- bajadores –expertos en cada una de sus cargos o tareas designadas– deben ayu- darle a cumplir con los plazos y estánda- res exigidos de productividad. En este contexto, lo que se requiere sería: Una “administración de faena”, es de- cir, el dueño, arrendatario o adminis- trador –junto con “el jefe”, supervisor o capataz– comprometidos con la se- guridad (que exista un reglamento de operaciones y procedimientos seguro de trabajo que cumplan con la legisla- ción), que rompa con los paradigmas de seguridad y que, idealmente, tra- baje en la faena minera con un “sis- tema de gestión de salud, seguridad y protección ambiental” que permita la definición, el seguimiento, control y evaluación de cada operación y pro- ceso que se desarrolle. Un “trabajador comprometido”, es decir, que nuestros “viejos” (como ca- riñosamente llamamos a los mineros en Chile) deben efec- tuar sus tareas manteniendo siempre una armonía en las re- laciones laborales y cumpliendo con las metas de produc- ción –pero indudablemente– cumpliendo, también y funda- mentalmente, con el control de calidad, la seguridad en el trabajo y la protección medio ambiental. En consecuencia, si trabajamos todos juntos –finalmente– lograremos hacer que se cumpla la hipótesis ampliamente di- fundida. Como comentario final, es importante señalar que cualquier texto, apunte o libro que pretenda servir de guía en materia de prevención de riesgos –incluso este pequeño artículo– debie- ran valorarse en términos de lo que le ocurre al lector, esto es, de su capacidad para estimularlo a emprender una acción de- seable de cuidado de su salud (estado físico, mental y psicológi- co), que lo lleven a implementar o mejorar las medidas de segu- ridad y prevención de riesgos al interior de las faenas mineras e, idealmente, adoptar una cultura del autocuidado en su trabajo y – ojalá, también – en su hogar junto a su familia. PRL EN el sector minero

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