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28 Primer semestre 2018 En Latinoamérica desde hace muchos años, no se sabe a ciencia cierta quién o cómo fue, pero se esparció una creencia, que en su momento no fue suficientemente estudiada ni sustentada: la leche protege a los trabajadores, haciéndolos inmunes a la ex- posición de ciertas sustancias químicas peligrosas. Esta leyenda urbana de que la leche reduce o elimina los efec- tos negativos en la salud debido a la exposición de agentes tóxi- cos, es falsa. Además, no es exclusiva del sector laboral, porque también está arraigada entre la sociedad, afectando en mayor o menor medida la salud de la población en general. Si se cogen re- ferencias de la historia de la medicina, esto se puede ejemplificar por el hecho de que algunas veces tomamos como verdad ab- soluta lo que leemos o escuchamos, sin que nos preguntemos si verdaderamente tiene un sustento científico. La leche empezó a usarse en Inglaterra en el siglo XIX, debido a una recomendación para los trabajadores de las minas, conoci- da como la Ley Láctea. Su uso no fue resultado de algún estudio científico, sino de la observación de médicos de la época sobre algunos padecimientos, sobre todo de aquellos que presentaban trabajadores expuestos a las diferentes formas del plomo y cu- yos datos clínicos eran alteraciones osteomusculares y de nervios periféricos. Posteriormente, en el siglo XX, esas alteraciones fue- ron conocidas como síntomas ocasionados por el plomo, así que con el paso del tiempo, su utilización se extendió a mineros, tex- tiles y otras profesiones, en casi toda Europa. De ahí fue importa- do a América por la industria textil y su uso se incorporó también a trabajadores expuestos a cualquier agente químico como una medida para evitar instalar auténticos controles de prevención. Falsos efectos positivos Los falsos efectos positivos de la leche ya fueron demostrados con información técnica y médica actual, ya que los supuestos efectos benéficos de la leche en los trabajadores que trabajan en las áreas de fundición, soldadura y pintura expuestos a disolventes orgánicos tipo tolueno, plomo y humos de acero, azufre, carbón, es una fa- lacia. Su origen se remonta al siglo pasado, y se transmitía de boca en boca entre los trabajadores y que lamentablemente se ha man- tenido como premisa popular en pleno siglo XXI, pues el atribuir- le al consumo de la leche propiedades preventivas contra la intoxi- cación por componentes es mentira, ya que hay estudios de inves- tigación, recientemente efectuados en diversas especies animales y en el hombre, que contradicen sustancialmente este supuesto: Al ser la inhalación la principal vía de ingreso de partículas metá- licas al organismo en condiciones de exposición laboral, siendo esta la inhalación de humos, polvos y vapores, frente, a la cual la leche ingerida no tiene influencia, si bien es cierto que alguna fracción de las partículas inhaladas son retenidas en las vías res- piratorias altas y transportadas por el movimiento ciliar a la re- trofaringe. Ahí es de donde por deglución pasan al tracto diges- tivo, la cantidad de metales que ingresa por esta vía respiratoria presenta menos de 10% del total absorbido. Estando este pequeño porcentaje de metales localizados en el tracto gastrointestinal, debe considerarse que se ha demostra- do experimentalmente que la presencia de leche en la luz intes- tinal aumenta la absorción en lugar de disminuirla especialmen- te para el plomo inorgánico. Y para los demás agentes a los que se encuentren expuestos este tipo de trabajadores, entre los que destacan los disolventes orgánicos aromáticos tipo relleno, acero, plata, azufre, carbón, etc. el consumo de lácteos es totalmente ineficaz. Los síntomas del saturnismo crónico que se presentan en los trabajadores expuestos al plomo y a otros agentes químicos no se deben a una deficiencia del calcio en el organismo, como ocu- rre en la enfermedad de la osteoporosis y otras enfermedades endocrinas que se caracterizan por hipocalcemia (disminución del calcio). Esto es debido a una alteración en la estructura ósea por falta de aprovechamiento del calcio circulante y a una alteración metabólica, que al igual ocurre en fibras musculares, es sabido que el depósito de plomo y su característica acumulativa en dife- rentes órganos como son hígado, pulmón, encéfalo y en huesos largos (se deposita en un 93% en todo el esqueleto), es el causan- te de toda la sintomatología causada por el saturnismo crónico . La leche no elimina el efecto negativo de la exposición a contaminantes ni reduce las consecuencias de las intoxicaciones (1ª parte) Daniel de Anda Fuentes CEO SISE México