Formación de Seguridad Laboral 199

prl en zonas atex Y ahora viene una duda “filosófica” muy habitual, ¿esto quién puede ha- cerlo? Según establece el RD 681, “la realiza- ción de las verificaciones se encomen- dará a técnicos de prevención de nivel superior, trabajadores con experiencia certificada de dos o más años en el campo de prevención de explosiones o trabajadores con una formación especí- fica en dicho campo impartida por una entidad pública o privada con capacidad para desarrollar actividades formativas en prevención de explosiones”. La guía del INSST, de carácter no vin- culante, recoge en su anexo I una in- terpretación al respecto de las diversas cualificaciones para el personal en este ámbito. En mi opinión, por su complejidad y la gravedad de las consecuencias de malas decisiones, la persona que elabore un DPCE debe tener conocimientos y expe- riencia en campos técnicos relacionados con procesos, ingeniería, química, etc., además de los propios de prevención/ análisis de riesgos para poder evaluar y valorar de forma sistemática y detallada las sustancias, instalaciones, fuentes de ignición, procesos e interacciones con suficiente criterio. Y el personal que in- tervenga directamente en equipos insta- lados en zonas clasificadas, ocupándose de su mantenimiento debe disponer de una formación profunda sobre los mo- dos de protección que caracterizan estos equipos, existiendo referenciales especí- ficos de reconocido prestigio internacio- nal para la certificación de personas en este campo, como IsmATEX o IECEx. La implementación de medidas de seguridad en zonas ATEX ha de realizar- se mediante el principio de seguridad integrada, esto es, adoptando medidas técnicas y organizativas para impedir la aparición de la atmósfera explosiva (sus- titución de sustancias, ventilación, inerti- zación, etc.), evitar la presencia de fuen- tes de ignición (selección de equipos, formación, mantenimiento, permisos de trabajo) o medidas de protección para atenuar los efectos de una potencial ex- plosión (equipos resistentes a explosio- nes, venteos, sistemas de aislamiento o supresión). Los errores más comunes que encon- tramos en instalaciones ATEX se suelen englobar en los siguientes casos: - Desconocer que la zona es objeto de clasificación ATEX y, por tanto, no adoptarse medidas de ningún tipo en la misma. La solución pasa por iden- tificar adecuadamente las sustancias inflamables manejadas, analizar las condiciones en las que son procesa- das y manipuladas y realizar un DPCE. - Conocer la clasificación de la zona y no disponer de equipamiento con el modo de protección adecuado a la misma. Se debe optar por un análisis de riesgos de ignición exhaustivo con el cual se pueda estar en condiciones de valorar las acciones necesarias para trabajar en condiciones de segu- ridad. - Disponer de equipamiento con marca- do ATEX, pero no correspondiente a la zona clasificada, o bien no seguir las pautas adecuadas en su instalación y mantenimiento. La mejor prevención ante el riesgo de atmósferas explosivas es realizar un análisis concienzudo y profundo de cada situación que permita elegir las medidas más idóneas en cada caso por un pro- fesional con experiencia contratada en esta compleja materia. / Enero-Febrero 2025 89

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