Formación de Seguridad Laboral 196

artículo técnico E l ruido es un factor ambien- tal omnipresente que puede tener consecuencias signifi- cativas en la salud auditiva y general de las personas. Aunque las normativas de protección auditiva sue- len establecer la obligación de tomar medidas a partir de los 85 decibelios (dB), existen razones sólidas para con- siderar la protección a partir de niveles de ruido más bajos, específicamente a partir de 80 dB. Este enfoque preventivo es crucial para minimizar los riesgos a largo plazo asociados con la exposición al ruido. La exposición prolongada a niveles de ruido de 80 dB, aunque inferior al umbral de 85 dB, puede todavía resultar perju- dicial. Estudios han demostrado que la exposición continua a sonidos por en- cima de los 80 dB puede causar daños auditivos con el tiempo. Este nivel de ruido puede provocar pérdida auditiva temporal, que con la exposición repetida puede convertirse en permanente. Ade- más, la exposición al ruido en este ran- go puede contribuir a pro- blemas de salud como el tinnitus, que es una condi- ción caracterizada por un zumbido constante en los oídos. Puede tener efectos negativos en el bienestar general de una persona, causar estrés, aumentar la presión arterial y contribuir a trastornos del sueño. La exposición al ruido tam- bién se ha relacionado con un mayor riesgo de enfer- medades cardiovascula- res, subrayando la importancia de tomar medidas preventivas incluso a niveles de ruido moderados. Adoptar medidas de protección au- ditiva a partir de 80 dB representa una estrategia proactiva para evitar daños auditivos y otros problemas de salud. El uso de protectores auditivos puede reducir significativamente la exposición al ruido y prevenir los efectos negativos. Además, estas medidas son sencillas y accesibles, ofreciendo una barrera efec- tiva sin requerir cambios significativos en el entorno laboral o personal. Promover la protección auditiva desde los 80 dB también fomenta una cultura de prevención y cuidado de la salud au- ditiva. Concienciar a las personas sobre los riesgos del ruido y la importancia de protegerse, incluso cuando el ruido no alcanza el umbral legal, puede contribuir a una mejor salud a largo plazo. Ade- más, esta práctica puede servir como modelo para otros entornos, como es- cuelas y hogares, donde la exposición al ruido también puede ser problemática. En conclusión, protegerse del ruido a partir de 80 dB es una decisión prudente y beneficiosa. Aunque la obligación legal comien- za a los 85 dB, los riesgos asociados con niveles ligeramente inferiores justifican la adopción de medidas preventivas. Prio- rizar la salud auditiva y general, fomentar la con- ciencia y adoptar una ac- titud preventiva son pasos esenciales para proteger- nos del impacto negativo del ruido en nuestra vida cotidiana. ¿Por qué es importante protegerse del ruido a partir de 80 dB? G illes S an P edro S ales M anager S pain de C otral L ab / Julio-Agosto 2024 43

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