Formación de Seguridad Laboral 195

protección ocular, auditiva y cabeza al empleado que debe protegerse de los riesgos que conlleva su trabajo. Es totalmente imprescindible hacer un im- portante ejercicio de seguimiento, a la par que concienciamos a nuestros com- pañeros que su salud es irremplazable y que la mejor medicina es la prevención del daño. Frente al primer escollo, la rapidez en realizar la faena: hay que responder con pedagogía. la misma importancia tiene la calidad del resultado como la calidad del proceso. Y no puede haber calidad sin el adecuado cuidado de la salud. Tampoco habrá continuidad. ¿Qué tiem- po extra se requiere para colocarse unas gafas antes de acceder a los bajos de un vehículo? Para responder a la como- didad frente al uso de equipos de pro- tección individual (EPI) es todavía más fácil. Existe un sinfín de productos que nos ayudan a proteger el globo ocular: desde gafas hasta caretas y máscaras. Por otro lado, no olvidemos que sí: es más incómodo perder un ojo (o incluso la visión) que ponerse unas gafas duran- te el proceso de un trabajo. Eso sí, como profesionales de la pre- vención debemos ser capaces de iden- tificar qué EPI es el adecuado para cada puesto. Si lo que queremos es proteger- nos de proyecciones, bastará con un par de gafas clásicas de material resistente. Ahora bien, si no queremos que nuestros ojos entren en contacto accidental con algún producto químico, es preferible el uso de gafas tipo buzo, que se solapan con la piel de la cara evitando que ningu- na gota corra por la superficie hasta los ojos. También existen las caretas para proteger toda la cara. Asimismo, todos conocemos las pantallas de soldadura, donde se prima la seguridad frente a la propia visión del trabajo realizado. Por supuesto, siempre que sea posi- ble, debemos priorizar la implantación de protección colectiva. En el caso que nos ocupa es muy evidente con el fac- tor de la iluminación. Forzar la visión no solo es agotador, sino que mina la ca- lidad de nuestra visión, empeorando la calidad de vida. Es muy importante con- tar con iluminación adecuada, alcan- zando siempre los luxes recomendados para cada tarea. Además, no olvidemos que la luz viaja en todas las direcciones, y aunque la lógica nos lleve a colocar las luminarias en lo alto del techo, podemos instalarlas en las paredes o incluso en elementos móviles. De este modo, si un empleado se coloca debajo de un vehí- culo, garantizamos que cuente con la iluminación necesaria. Esto también es proteger la visión. En definitiva, la visión es una herra- mienta natural, a menudo imprescin- dible para realizar nuestras tareas. Asi- mismo, no olvidemos que los técnicos de PRL somos los ojos de la seguridad y la salud, capaces de ver, señalar y proteger. / Mayo-Junio 2024 73

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