Formación de Seguridad Laboral 195

“Aquel que prevé, es dueño de sus actos”. Johann Wolfgang Goethe / Mayo-Junio 2024 5 opinión L a Real Academia Española (RAE) define el concepto de ‘inteligencia artificial’ como “el desarrollo y la utilización de ordenadores con el propósito de reproducir procesos de la inteligencia humana”. Esta acepción de nuevo cuño genera vértigo por las implicaciones que conlleva, desde un planteamiento puramente económico -y de productividad-, hasta los dilemas de carácter moral y ético, en torno a los cuales el debate enconado es una realidad. Las posibilidades que se abren con su puesta en marcha son muy amplias, pero su aplicación práctica debe hacerse con responsabilidad. La inteligencia artificial también empapa a todos los estratos presentes en la actividad laboral. Su implantación en las empresas cambiará radicalmente el futuro de ellas, pero en unos términos y condiciones que aún desconocemos. Los retos y desafíos a los que puede ofrecer soluciones son inimaginables hasta el momento, pero las consecuencias también deben ser tomadas en cuenta, con rigor y seriedad. El sabor agridulce de la IA en el ámbito laboral está presente, gravitando entre constituirse en la panacea que cure casi todos los males y el temor y la amenaza con tintes apocalípticos que por otro lado suscita. El director ejecutivo de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), William Cockburn, aborda en una tribuna de opinión un escla- recedor análisis sobre el impacto de la inteligencia artificial en la seguridad y salud en el trabajo. Algunos párrafos del texto nos brindan las claves para comprender la situación actual. Cockburn explica una de las formas en la que la IA está cambiando los lugares de trabajo. En concreto, se centra en la automatización de las labores profesionales, “donde los sistemas basados en los que la inteligencia artificial pueden ayudar o ha- cerse cargo de tareas repetitivas o peligrosas”, añadiendo que, además, “los robots que automatizan procesos como soldadura, pintura o corte en entornos industriales mantienen a los trabajadores fuera de peligro”. Pero la mencionada automatización “introduce riesgos en materia de seguridad y salud en el trabajo”, entre ellos, “una dependencia excesiva de la tecnología, lo que lleva a una reducción de la vigilancia y la atención, lo que podría provocar errores fatales”. Asimismo, Cockburn celebra que “los sistemas de inteligencia artificial que organizan turnos contemplan factores como la disponibilidad, las habilidades y la carga de trabajo de los empleados para crear un horario”. Para el director ejecutivo de EU-OSHA, “la gestión de trabajadores basada en IA tiene el potencial de mejorar la SST al monitorizar los riesgos, analizar los patrones de trabajo y el comportamiento humano y, como resultado, detectar y prevenir situaciones peligrosas y accidentes”. Por ejemplo, “los sistemas de inteligencia artificial pueden vigilar las posturas de los trabajadores para identificar si corren riesgo de desarrollar dolor de cuello y espalda y otros trastornos musculoesqueléticos”. Cockburn alerta de que “dado que los sistemas de gestión de IA necesitan recopilar una cantidad considerable de datos personales, pueden existir riesgos asociados con la privacidad y la vigilancia excesiva”. Como podemos comprobar, las interrogantes son múltiples. Por ello, las cuestiones inminentes a contestar en torno a la inteligencia artificial aplicada a la seguridad y la salud en el trabajo precisan de respuestas inmediatas. En definitiva, el descubrimiento de la inteligencia artificial pudiera ser comparado con el del fuego. Pero al igual que este permitía al hombre no morir de frío, la falta de control sobre él tiene efectos destructivos y devastadores que todos conocemos. La inteligencia artificial contribuye a entornos más seguros y saludables, brindando oportunidades innegables para refor- zar la prevención de riesgos laborales: aprovechemos lo mejor posible esas oportunidades de mejora. La inteligencia artificial: una aliada en la seguridad y la salud laboral desde la responsabilidad La inteligencia artificial contribuye a entornos más seguros y saludables, brindando oportunidades para reforzar la PRL