Formación de Seguridad Laboral 192

/ Noviembre-Diciembre 2023 64 formación en prl E s un hecho que la implan- tación del teletrabajo ha supuesto una mayor flexi- bilidad laboral en todos los sectores y ha venido a cambiar las for- mas de trabajo para ser menos rígidas y más líquidas pero, ¿realmente estamos preparados trabajadores/as y empresas para asumir estos cambios? Sin duda, la implantación del teletrabajo no tendrá éxito sino tenemos organizaciones más abiertas y trabajadores/as formados para evitar los riesgos generados a cau- sa de esta modalidad de trabajo. Para teletrabajar es fundamental dotar a los trabajadores/as de los conocimien- tos y habilidades necesarias, como: Cumplir la normativa relacionada con el teletrabajo, que para considerarse como tal debe realizarse al menos en un 30% de la jornada, en el periodo de 3 meses, lo que no ha favorecido su implantación. Conocer los riesgos relacionados con la seguridad y la salud en el teletrabajo. Optimizar el espacio laboral. Gestionar las actividades laborales y conciliar la vida profesional y personal. Adquirir competencias básicas en aquellas herramientas TIC que nos van a posibilitar teletrabajar. Aplicar la ciberseguridad e identificar cómo afecta la protección de datos a la documentación que se maneja apli- cada al teletrabajo. Respecto al análisis del teletrabajo por género, el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), muestra en el informe “Flash datos de teletrabajo 2022” la evolución del teletrabajo en la población española en los últimos tri- mestres, teniendo en cuenta otros facto- res como la frecuencia, edad y el lugar de residencia. Según el informe, el teletrabajo se ha reducido de manera gradual en 2022, con un leve repunte en el último trimes- tre. Entre 2021 y 2022 ha bajado del 13,6% (2.742.000 personas) al 12,5% (2.563.000 personas) y lo ha hecho tanto para hombres como para muje- res, cerrándose la brecha entre ambos sexos en este indicador. Actualmente, el 12,6% de las mujeres (1.191.000 tra- bajadoras) teletrabajan frente al 12,5% de los hombres (1.372.000 trabajado- res) (ver imagen 1). Las mujeres también teletrabajan más en el conjunto de la UE, aunque la diferencia es mayor y alcanza los 2,4 puntos. En España, hay que des- tacar que la posibilidad de teletrabajar es algo más alta para las mujeres, lo que influye sobre el teletrabajo efec- tivamente realizado. El 68,8% de los hombres tienen trabajos que no les per- miten teletrabajar, frente al 65,1% de las mujeres. Estas diferencias en la po- sibilidad de teletrabajar se relacionan con la desigual presencia de hombres y mujeres en las ocupaciones y secto- res productivos más susceptibles de ser desempeñados desde el domicilio (ver imagen 2) . En la medida en que el peso de hom- bres y mujeres es distinto por activida- des y ocupaciones el teletrabajo tiene un sesgo de género. Algunos de los secto- res con mayor presencia de mujeres tie- nen un mayor potencial para desarrollar teletrabajo (enseñanza) que algunos de los sectores en los que predominan los hombres (construcción e industria ma- nufacturera). Asimismo, tienen más probabilidad de poder teletrabajar quienes ocupan puestos directivos o de gerencia, en los que la presencia de mujeres es menor, seguido de técnicos o científicos y pro- fesionales intelectuales, contables y ad- ministrativos, en los que la presencia de mujeres es mayor. Desigualdad de género en el teletrabajo E va M aría I glesias G uzmán D irectora del M áster U niversitario en L iderazgo y D irección de RR. HH. F acultad de E conomía y E mpresa . N ebrija B usiness and T echnology S chool de la U niversidad N ebrija A na M aría G alindo S an V alentín D irectora del M áster U niversitario en S istemas I ntegrados de G estión QHSE de la U niversidad del A tlántico M edio

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