Formación de Seguridad Laboral 184

/ Julio-Agosto 2022 58 PRL en catástrofes y emergencias B ien es sabido por todos/as, que la Ley 31/95 de PRL de- fine a la «prevención» como el conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en todas las fases de actividad de la empresa con el fin de evitar o disminuir los riesgos de- rivados del trabajo. Las emergencias, sin embargo, son situaciones imprevistas que requieren de una especial atención inmediata para solucionarlas lo antes posible. Los servicios de prevención, extinción de incendio y salvamento son requeridos para estas situaciones imprevistas y no por ello deben obviar la prevención en las tareas encomendadas. La falta de esta normativa específica no impide la aplicación de la normativa general de prevención de riesgos labo- rales al personal de bomberos, así como en la formación, en las prácticas de par- que, eventos, etc. Para ello se deben ela- borar los ya conocidos procedimientos de trabajos, aunque sí hay que reseñar que ninguna situación de emergencia es igual a la otra y que suceden en diferen- tes escenarios. Formación multidisciplinar La seguridad del personal que trabaja en los servicios de prevención, extinción de incendio y salvamento pasa por una am- plia formación multidisciplinar teniendo en cuenta la experiencia acumulada. Esta formación debería pasar en primer lugar por unas medidas organizativas y preventivas de las intervenciones, así como la elección de los equipos de tra- bajo y de seguridad más adecuados, su formación en la utilización de estos, ade- más de tener un procedimiento de traba- jo: este último es el más demandado por los servicios de prevención, extinción de incendio y salvamento. No debemos olvidar que una de las medidas preventivas estipuladas por al- gunas normas o disposiciones legales de aplicación es la realización de un mantenimiento adecuado, el cual pue- de conllevar una o varias inspecciones periódicas y extraordinarias, limpieza, desinfección, reparación, transforma- ción, etc. de los equipos de trabajo y de seguridad y que se realizará teniendo en cuenta las instrucciones del fabricante. Este mantenimiento debería ser enco- mendado al personal capacitado para ello. Por otro lado, la formación a la que se hacía mención antes, debería ser la adecuada. Debería existir una parte teó- rica y otra práctica, centrándose especí- ficamente en cada función o trabajo del personal que trabaja en los servicios de emergencia. La parte teórica de la formación de- bería estar centrada en la información sobre los riesgos existentes, medidas organizativas y preventivas, equipos de trabajo a emplear, así como los EPI más adecuados, la forma de actuar, etc. y en la parte práctica verificar que tanto lo indicado en la parte teórica como lo indicado en los procedimientos, ins- Prevención y emergencia M iguel Á ngel C arranco S ancho R esponsable de formación en altura y rescate de B omberos de S evilla

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