Formación de Seguridad Laboral 180
/ Noviembre-Diciembre 2021 24 prl en la industria del automóvil y empresas afines E n un sector como el nues- tro (entorno industrial) en el que los riesgos laborales son variados y se ven repre- sentados diversos orígenes, podemos medir la madurez de la organización según el nivel de implantación de la pre- vención. Porque como todo proyecto, la implantación de la prevención en la em- presa tiene varias fases. 1ª fase Empezamos por lo más evidente, ata- cando los riesgos que pueden originar accidentes graves y con acciones que tienen un gran impacto: un impacto que se traduce en una mejora de los niveles de riesgo y que tiene unas consecuen- cias muy claras para los trabajadores. Así pues, lo primero en mejorar son los riesgos relacionados con seguri- dad : atrapamientos en máquinas, caídas a mismo y distinto nivel, golpes y cortes, proyección de partículas, atropellos, etc. En esta primera fase se ejecutan mu- chas actuaciones en planta e instalacio- nes, formación, instrucciones de trabajo, etc. Los indicadores bajan y los trabaja- dores reciben de buen grado el esfuerzo de la empresa por mejorar las condicio- nes de trabajo por lo que aumenta la motivación y la implicación… Las evaluaciones de riesgos generales se amplían a equipos de trabajo, sec- ciones, instalaciones auxiliares…, y se implantan las Inspecciones periódicas de seguridad, los controles de equipos y condiciones de trabajo… Mucho traba- jo, pero eficaz y satisfactorio. Durante un tiempo los accidentes se mantienen a raya porque los riesgos de seguridad están controlados al mismo tiempo que poco a poco se entra en la 2ª fase. 2ª fase Aquí vamos un poco más allá de lo más evidente. Es donde empezamos a bucear en los riesgos higiénicos y nos topamos con el ruido, las vibraciones, los contaminantes químicos, las condi- ciones ambientales... A base de mediciones y evaluaciones específicas detectamos situaciones en las que es necesario tomar medidas para proteger a los trabajadores de posibles efectos en su salud a largo plazo. La cosa se empieza a compli- car… Las acciones correctoras no es- tán nada claras. Reducir el ruido o la concentración de un químico en el aire es muy complicado, técnica y econó- micamente. Además, los trabajadores no entienden de forma tan clara el ries- go y las posibles consecuencias; por lo tanto, son reacios a adoptar medidas preventivas que son molestas y que dependen de ellos mismos. Estamos hablando de uso de EPIs o protocolos de higiene, por ejemplo. En esta segunda fase es necesario realizar estudios más complejos por parte de empresas especializadas. El Servicio de Prevención Ajeno ya no nos ayuda en cuanto a solución de los problemas detectados y tampoco pode- mos hacerlo con el personal interno, ya que es necesario conocer muy bien el área de estudio. Así pues, se debe des- tinar una buena partida presupuestaria para el estudiar y ejecutar las acciones La importancia de la integración de la prevención de riesgos laborales B erta B oleas T écnico de P rl en I cer B rakes S.A.
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