33 Enero-Febrero 2021 Más información:
[email protected] prl en el sector alimentario conocer la problemática y el efecto que tiene, pero no sabemos el “cuándo”. Frente a la complejidad de los proble- mas que surgen: asegurar las decisiones con la ayuda de los datos adecuados, e interpretarlos correctamente para que el equipo competente nos guíe hacia las soluciones. Frente a la ambigüedad y las interpre- taciones diversas de la realidad: enten- der las nuevas relaciones causa-efecto reformuladas por la Covid-19 es la clave, saber qué causa qué, ya que al no con- tar con precedentes, confiar en la expe- riencia pierde eficacia. Una vez definido ese entorno y sus características, para afrontar global- mente el riesgo psicosocial extra gene- rado por la Covid-19, es fundamental evaluar dicho riesgo específicamente y sobre los resultados obtenidos trazar un plan de acción que debería insistir en las siguientes acciones: - Formación e información acerca del virus, sus efectos, así como las medi- das para prevenir el contagio. La infor- mación debe ser clara, concisa, con- trastada y con la periodicidad que marquen los avances científicos. - Disponer de personal formado y pre- parado para afrontar cambios y hacer frente a las dificultades sobrevenidas. - Diseñar un equipo compe tente que permita ser ágiles en la toma de de- lado y sentido con otras que el tiempo y la ciencia se encargaron de restarles importancia. En esos momentos todo valía. Había que evaluar, informar, con- sultar, implantar, hacer, formar, revisar, reevaluar. Y todo ello conviviendo con el desabastecimiento global que sufri- mos en elementos convertidos en im- prescindibles como las mascarillas (es- pecialmente las quirúrgicas y las FFP2), los geles hidroalcohólicos y los guan- tes desechables. Los comités nunca tu- vieron tanto sentido como órgano de consulta y participación, cercanos a sus compañeros y alineados con el servicio de prevención, quién velaba por el bien común dando sentido y coherencia al conjunto de las acciones implantadas. Medidas que luego formarían parte del “Plan de continuidad de la compañía” o también llamado “Protocolo de ac- tuación frente a la Covid-19”, auditado y certificado por AENOR. Pero el hecho de tener la situación controlada, desde un punto de vista de riesgo biológico, no ha evitado que las personas se hayan tenido que enfren- tar a lo que se define como un entorno VUCA+H, en el que la volatilidad, la in- certidumbre, la complejidad y la ambi- güedad (su traducción en inglés), han sido protagonistas de nuestro día a día. Y si le añadimos la Hiperconectividad en la que vivimos, todos los anteriores factores potencian su efecto desasose- gante y de malestar. Cómo hacer frente a un entorno VUCA+H Frente a la volatilidad y velocidad de los cambios: adaptarse, estar preparado, formado para ello, con estructuras resi- lientes y organizaciones flexibles. Todo el mundo puede imaginar que la Co- vid-19 acabará aterrizando en su com- pañía, pero desconocemos la intensi- dad y la gravedad. Frente a la incertidumbre, la falta de previsibilidad y el factor sorpresa: colabo- rar con expertos, apoyarse en informa- ciones de fuentes solventes, entender, interpretar la realidad. Podemos llegar a cisiones. Y una vez tomadas, dar las instrucciones claras y simples de las tareas y acciones que requieran ese cambio. - Saber escuchar, potenciando la cola- boración con los órganos de partici- pación y consulta social. - Establecer el máximo de canales comu- nicativos bidireccionales, ayudando a que las decisiones lleguen claras y rá- pidas a todas las personas de la organi- zación y que éstas puedan expresar sus inquietudes a la dirección. - Formar a las personas y a los equipos con valores como: empatía, perseve- rancia, paciencia, adaptación, resilien- cia, proactividad, esfuerzo. La pandemia provocada por la Co- vid-19 nos obligó a adaptarnos en múl- tiples niveles: laboral, familiar, amistades, hobbies, ocio, etc. Esta extraordinaria vi- vencia, de una manera o de otra, nos ha hecho evolucionar como personas. Per- sonas que, a su vez, han hecho posible el ajuste de las compañías a esta nueva realidad. Por lo que, cuando abordamos “la seguridad, y la salud” de los nues- tros, ¿tendría algún sentido que las me- didas se limitasen al ámbito laboral ex- cluyendo el personal?, ¿podríamos tra- bajar por el bienestar de las personas enfocándonos solo en su horario labo- ral o es algo más global e integrador?