Formación de Seguridad Laboral 174

27 Noviembre-Diciembre 2020 prl en el sector energetico Más información: [email protected] ción ecológica, gestión, recicla- do de residuos transpor te verde), pero en este ar tículo nos vamos a centrar en aquellos sectores que impactan más directamente en la industria. Energía eólica Las técnicas de manufactura de aerogeneradores y su instalación se han consolidado. Pero la cre- ciente dificultad de los entornos de construcción, en lugares más remotos y de difícil acceso (por ejemplo: montañas, offshore ), así como el incremento constante de capacidad instalada y de tur- binas a mantener, lleva aparejada la escasez de trabajadores cuali- ficados por su competencia con otros sectores que demandan este tipo de personal. Los nuevos compuestos y nanomateriales utilizados en la fabricación de palas y turbinas eólicas también han introduci- do nuevos riesgos para la salud de los trabajadores en las fa- ses de producción, mantenimiento, desmantelamiento y reci- clado de estos equipos. Bioenergía La sustitución del gas natural por biogás es un proceso en marcha, de momento a pequeña y mediana escala y apro- vechando las instalaciones y redes de distribución existentes. A escala local, los residuos agrícolas se pueden someter a biodigestión anaeróbica para producir metano y las aguas resi- duales se utilizan como fer tilizante, por los nutrientes que con- tienen, en la producción de biogás. Los biocarburantes de segunda y tercera generación, ela- borados con bacterias modificadas genéticamente y algas, res- pectivamente, empiezan a ser una realidad como combustible para transpor te y pueden entrañar nuevos riesgos biológicos. La biomasa también es una fuente de energía con bajo o nulo impacto en carbono, pero los productos residuales pue- den ser tóxicos (por ejemplo, las cenizas de madera contienen metales pesados y son muy alcalinas). Sectores industrial y robótica El sector industrial está sufriendo un cambio drástico en los esquemas de producción más allá de la impresión en 3D. Los desarrollos en IA y robótica permiten crear altos niveles de automatización, llegando incluso a establecerse de forma masiva, células de fabricación autónomas, operados por ro- bots inteligentes que interactúan entre sí, en estrecha colabo- ración con las personas. La bioautomatización, que combina seres humanos, robó- tica y materiales, ha comenzado a trascender las aplicaciones sanitarias (como las que abordan las discapacidades) y ha al- canzado los puestos de trabajo (por ejemplo: exoesqueletos) con el fin de aumentar el rendimiento de los trabajadores y minimizar riesgos. En este sentido es impor tante asegurar que las proteccio- nes de robots y equipos aseguran una correcta y ergonómi- ca inter faz hombre-máquina. En algunos casos, esta inter fase puede adquirir una dimensión adicional al extenderse a un en- torno geográfico mucho más amplio dentro de los entornos de producción, con diferentes puestos de trabajo implicados. Los métodos de fabricación eficiente (Lean), flexibles y per- sonalizados, Just in Time , se han implantado a gran escala y han puesto mayor presión sobre los trabajadores con los riesgos psicosociales asociados. El escenario en el que los trabajadores recurren a tecnologías de potenciación del rendimiento para poder seguir el ritmo de los avances, de sus compañeros y de los robots no es tan lejano. La exposición a nuevos materiales “ecológicos” y nanocom- puestos con baja huella de carbono, está en crecimiento. Y si bien existen mecanismos de análisis de estos impactos previa aprobación para su uso. Los posibles efectos a largo plazo so- bre la salud son todavía desconocidos. Energía renovable doméstica y de pequeña escala La miniaturización y atomización de la generación de energía ha permitido que muchas pymes y par ticulares utilicen, cada vez más, sus terrenos y espacios para producir electricidad como actividad secundaria. La búsqueda de eficiencias de costes hace que en muchas ocasiones se recurra a los propios trabajadores o a subcon-