Formación de Seguridad Laboral 173

102 Septiembre-Octubre 2020 PRL EN EL SECTOR sanitario Más información: [email protected] Hay quien piensa ahora que la pandemia le puede servir para ser más feliz. Tal vez alguien más piense así cuando termine de leer este artículo. Es verdad que la situación crítica vivida duran- te el primer abordaje de la pandemia del Covid-19 ha sacado lo mejor y lo peor de muchos, así que ahora es el momento del análisis, la reflexión, el aprendizaje y la mejora. Sabemos que alrededor de un 20% de las personas infectadas han sido trabajadores sanitarios. Eso parece un claro indicio de que se pueden hacer mejor las cosas para cumplir con la obli- gación legal de garantizar la seguridad y salud de los trabajado- res. A continuación exponemos nuestra opinión al respecto de la gestión realizada por los responsables de los centros sanita- rios y asistenciales, tanto públicos como privados. En este con- texto incluimos por un lado a los responsables políticos, que de- ben tomar las decisiones estratégicas apropiadas para la mejora de la salud pública (es decir, de todos los ciudadanos, incluidos los trabajadores sanitarios) así como hacer el seguimiento de su implantación. Y por otro lado también nos referimos a los res- ponsables técnicos que bajo su dirección está la gestión del pre- supuesto asignado, la gestión técnica, la gestión de personal y también, al menos moralmente, la responsabilidad de promover en sus responsables políticos las mejoras necesarias. Evaluación y planificación Todos los centros de trabajo deben contemplar en su evalua- ción de riesgos y su planificación preventiva las medidas de emergencia (art. 20 LPRL), que en un hospital deben incluir ob- viamente cuestiones como una epidemia (una pandemia es una epidemia a escala global). Por lo tanto, deberían haber dispues- to de equipos, materiales y EPIs apropiados en cantidad sufi- ciente (Ley 31/95, art 17), sobre todo los básicos y de uso gene- ralizado (guantes para virus, mascarillas para bacterias y virus, batas impermeables para bacterias y virus…) así como los equi- pos de trabajo (respiradores…), las instalaciones (previsión de aumento de camas de UCI...) y procedimientos apropiados en los que se deben integrar los aspectos preventivos, junto con los operativos (refuerzos de personal, redistribución de puestos y funciones, actualización de la formación…). Esta responsabilidad afecta al empresario, lo que supone como mínimo y empezan- do desde de abajo: servicio de prevención, dirección del hospi- tal y consejería de sanidad. Ahora bien, también hay que valorar si el servicio de preven- ción disponía de los recursos necesarios (suficiente personal, disponibilidad presupuestaria, protocolos y autorizaciones de compra…) para atender esta cuestión, además de las cotidianas (evaluación de riesgos, planificación preventiva, plan de emer- gencia, plan de seguridad y salud…) en tiempo y forma. Desabastecimiento de EPI Es verdad que se ha producido una situación global de desabas- tecimiento de EPI, en parte por la voracidad depredadora del mercado, y hemos visto cómo los trabajadores carecían de los EPI necesarios. Y también es cierto que ha habido una política de compras centralizadas por parte del Ministerio. Pero esto, en lugar de excusar a los gestores en realidad pone en eviden- cia su imprevisión y su desacato de la ley. Y a quien argumen- te que no se puede prever una pandemia, se puede responder que, tal como explicamos antes, una pandemia es una emergen- cia previsible justamente en el ámbito sanitario, pues constitu- ye uno de sus riesgos, y por tanto hay que evaluarlo y planificar las medidas apropiadas para afrontarlo, igual que se hace con los terremotos en las regiones sísmicas, o en la construcción de puentes e infraestructuras públicas considerando periodos de retorno de hasta 500 años. Y aunque lo anterior afecta tanto a centros públicos como privados, recordemos además que los centros privados tienen libertad para adquirir lo que conside- ren oportuno. ¿Qué pasaría si los cirujanos no dispusieran de escalpelos, ga- sas o elementos de sutura cuando los necesitan y los improvisa- sen con lo que encontrasen en su entorno en momentos de ur- gencia? No sé si alguien se los imagina operando con un cuchi- llo, un pedazo de sábana, o aguja e hilo de costura. ¿Para qué sirve la pandemia? Alberto Resino Responsable de Seguridad y Salud Laboral-Sindicato SAE

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