136 Enero-Febrero 2020 Articulo Tecnico Más información:
[email protected] Por tanto, ante este panorama, y mientras que la legislación no cambie, la formación complementaria de carácter voluntario es esencial. Así debería de entenderse por los técnicos del sec- tor de la construcción, los cuales deberían formarse adecuada- mente antes de asumir un encargo tan importante, complejo, tan impregnado de responsabilidad, y con tanta repercusión so- bre la seguridad y salud de una obra. También los promotores, a la hora de contratar a coordinadores de seguridad y salud, de- berían exigirles, en todo caso, unos requisitos mínimos en ma- teria de formación. Y si el promotor es la Administración, esta exigencia debería ser imperativa. Formación complementaria La oferta de formación complementaria voluntaria que pueden cursar los técnicos es muy variada, y en ella destacan dos pro- gramas formativos: el curso de 200 horas propuesto por la Guía Técnica del R.D. 1627/1997, y el máster en prevención de ries- gos laborales. -Curso de coordinador de 200 horas. La Guía Técnica del R.D. 1627/1997, elaborada por el INSHT (ahora INSST) propone, desde su 1ª edición, un contenido mí- nimo del programa de formación para ejercer las funciones de Coordinador en materia de Seguridad y Salud. En relación a esta formación, es conveniente destacar que se trata de una formación no reglada, y que, por tanto, se impar- te sin ningún tipo de control, por multitud de entidades e insti- tuciones. La falta de regulación y la amplia oferta de cursos exis- tente, provoca que la calidad de la formación sea muy dispar. Por ello, es recomendable cursarla en alguna entidad o institución de reconocido prestigio, previa consulta del programa, profesora- do, y metodología didáctica. En este sentido, instituciones tales como universidades, la Fundación Laboral de la Construcción o los colegios profesionales, pueden ser ejemplos de instituciones de prestigio, sin perjuicio de que existan entidades privadas que oferten este curso con un cierto nivel de calidad. La realización de este curso de 200 horas propuesto en la Guía Técnica (siempre que esté organizado e impartido con unos elevados estándares de calidad) en opinión del autor, es completamente imprescindible para poder ejercer las funciones de coordinación con un mínimo de garantías. -Máster en prevención de riesgos laborales. Desde el año 2010, para desempeñar las funciones de nivel su- perior establecidas en el R.D. 39/1997, es necesario contar con una titulación universitaria oficial y poseer además una forma- ción en PRL acreditada por una universidad. Esta formación se oferta en forma de máster en prevención de riesgos laborales por multitud de universidades en España. Existe controversia sobre la conveniencia de cursar esta for- mación por parte de los coordinadores de seguridad y salud. En opinión del autor, es altamente recomendable, ya que, a pesar de que el coordinador no desempeñe específicamente las fun- ciones de nivel superior, su posición en el organigrama de la obra, la importancia de las funciones que debe desempeñar y la enorme responsabilidad que asume con su trabajo, llevan a pen- sar que, además de tener profundos conocimientos en construc- ción, debe ser un experto en prevención de riesgos laborales. Independientemente de cursar los dos programas anteriores, es conveniente que el coordinador se esté reciclando constan- temente, y para ello cuenta con una amplísima oferta en España en cuanto a cursos, talleres, jornadas, congresos, etc. Modificación normativa En cualquier caso, parece sensato que en España se lleve a cabo una modificación normativa, exigiendo una formación específica en materia de PRL, y también experiencia, a los coordinadores de seguridad y salud. El modelo francés es un referente en este sentido, estableciendo varios niveles de competencias en fun- ción de la complejidad de la obra. Sería muy conveniente, tam- bién, que esta exigencia de formación y experiencia se exten- diera a proyectistas y directores facultativos. Los datos de siniestralidad en el sector de la construcción ponen de manifiesto que el actual modelo presenta síntomas de agotamiento, y deben de plantearse cambios ambiciosos. Uno de ellos debería pasar por mejorar la cualificación profe- sional de los técnicos intervinientes en las obras, en especial la figura del coordinador de seguridad y salud. Ello contribuirá, sin duda, a la reducción de la siniestralidad laboral en el sector.