FORMACION EN PRL 55 Noviembre-Diciembre 2019 Más información:
[email protected] La mayoría de los trabajadores considera muy importante re- cibir formación en su puesto de trabajo, sin embargo, en los últimos tres años la media anual de cursos recibidos no llega a uno, y solo se hace si es un requisito legal. Las horas de forma- ción anual recibida, cuando no se trata de cursos con una du- ración prestablecida, no llega a las tres horas por trabajador. Habitualmente, la persona que imparte la formación suele ser un formador ajeno o personal del SPA. Esto no gusta a los trabajadores, ya que lo consideran como alguien ajeno, y no esperan que conozca su trabajo, y aún menos compren- da la idiosincrasia de la empresa. En opinión de los trabajado- res, la persona que impartió la formación tenía bastante ex- periencia, y supo contestar correctamente a las dudas plan- teadas por el alumnado. Excepto casos puntuales, los cursos se impartieron en las ins- talaciones de la empresa formadora, no en la propia empresa ni en el centro de trabajo habitual, algo que desvirtúa el curso al no poder verse situaciones reales de su trabajo. Aunque no hubo formación práctica como tal, ya que solo se hicieron supuestos escritos que trajo el formador, las perso- nas que asistieron a la formación consideraron esta como en- tretenida e interesante. Las sesiones formativas suelen ser demasiado largas y eso, para personas acostumbradas a estar en constante actividad, es muy negativo. Es preferible organizar sesiones más cortas, incluso en cursos con una duración prestablecida (nivel bási- co, TPC o TPM), para que el nivel de atención del alumnado no decaiga. Esto es algo que se acentúa en sesiones formati- vas impartidas en horario de tarde, o tarde/noche. La formación fue poco interactiva. Normalmente el forma- dor iba leyendo su presentación de powerpoint. Solo en los cursos de primeros auxilios o de emergencias y evacuación se utilizó material de apoyo (maniquí, extintor, etc.). Para cual- quier persona que trabaja, estar sentado frente a una per- sona que recita lo que va saliendo en una presentación de powerpoint es aburrido, y, por tanto, no atrae su atención, por lo que la ratio de aprendizaje es nula, y redunda en una eficacia nula de la acción formativa. Las personas que traba- jan necesitan estímulos que llamen constantemente su aten- ción y fomenten la participación: por ejemplo, videos relativos a su puesto de trabajo, pero con un toque gracioso, pedirles que cuenten sus experiencias, comentar noticias... Igual ocu- rre con la realización de prácticas, que no solo hace que los trabajadores expongan sus conocimientos, sino que es obli- gatoria para que la formación sea considerada como tal, ya que de otra manera se podría considerar como una entrega de información, como ocurre con la formación a distancia. El alumnado que participó activamente en la formación recono- ce que el curso fue más interesante y más entretenido, mien- tras que aquellos que no participaron, reconoce haberse abu- rrido y haber aprendido menos. Así mismo, llama la atención el hecho de que en la mayoría de cursos que se imparten, y si no es preceptiva la realización de un examen que demuestre la superación de los contenidos, no se lleva a cabo ninguna prueba de evaluación, y cuando se hizo examen, se corrigió previo a entregarlo. Y conforme al criterio de la Inspección de Trabajo, si no existe una evalua- ción de los conocimientos adquiridos, no se considera forma- ción, sino mera información. En la mayoría de los cursos no se entregó un manual, y cuan- do se hizo, era un manual genérico, similar al de otros cursos, con mucho texto y pocas imágenes. La formación debe adecuarse al puesto de trabajo, y esto implica el lugar de trabajo, los materiales y herra- mientas a utilizar, etc. Sin embargo, la formación inicial suele ser en las instalaciones del SPA, mientras esperan para pasar reconocimiento médico, y se da por cum- plida con la visualización de un video de riesgos genéri- cos, el cual se muestra a trabajadores de distintas em- presas, puestos, y sectores. Por tanto, hay mucho que mejorar en términos de formación, involucrando en lo posible a todas las par- tes participantes para que la formación no sea un mero cumplimiento de trámite u obligación legal sino una cualificación del trabajador. Foto 3. La participación hace más amena y eficaz la formación. Foto 4. Los manuales deben contener imágenes explicativas articipación hace más amena y eficaz la formación.