Formación de Seguridad Laboral 164

58 Marzo-Abril 2019 Articulo Tecnico Más información: [email protected] ca es inferior a los 5 minutos en pequeños cen- tros, y si nos trasladamos a espacios industriales, los tiempos de respuesta de una primera inter- vención coordinada aumentan hasta 15-20 mi- nutos de media. Estos tiempos de respuesta en un escenario industrial, donde existen multitud de riesgos a nuestro alrededor, pueden generar un agravio del problema llegando a afectar a otras instala- ciones contiguas y pasando fácilmente de una emergencia parcial a una general, donde la ac- tuación de los equipos de emergencia de la or- ganización será única y exclusivamente la de prestar ayuda a los servicios profesionales de emergencia. Organización Uno de los puntos críticos más comunes es el fa- llo en la comunicación de la emergencia, desde un primer momento en la propia comunicación de esta (emisor inicial) a un responsable (recep- tor inicial), donde por diversos factores no se lo- gra emitir un mensaje conciso y preciso que des- criba la emergencia comunicada, hasta en los su- cesivos mensajes que dan a continuación entre los responsable y su equipo o entre un centro de control de emergencia y el puesto de con- trol avanzado (en la propia zona de la emergen- cia). Es por ello necesario tener claros todos los conceptos que atañen al plan de actuaciones en emergencia que figura en el plan de autoprotección, de tal for- ma que se logre establecer una organización eficaz de las pautas y roles que debemos tomar cada uno de los implicados. Práctica Otro punto crítico a destacar es la falta de práctica. Muchas ve- ces estas prácticas se limitan a una vez al año, durante la realiza- ción del simulacro de emergencia, día en el cual se pone a prue- ba la eficacia del plan de autoprotección y podemos descubrir cuáles son nuestras fortalezas y debilidades (generalmente se imponen estas últimas). Lograr destreza en el manejo de los medios de protección contra incendios, una camilla, el uso de un desfibrilador o una movilización urgente de víctimas, son arduas tareas que requie- ren de una práctica continuada para adquirir unos mínimos de habilidad que nos permitan usarlos convenientemente y con un mínimo de seguridad. Así como el diseño de prácticas lo más semejantes a la rea- lidad de la organización, donde los miembros del equipo de emergencia puedan aprender a desenvolverse en su propio ám- bito de trabajo y enfrentarse a supuestos lo más parecidos a su realidad cotidiana de trabajo, logran un mayor efecto de apren- dizaje, atención e interés por las prácticas, consiguiendo de esta forma un equipo humano implicado y más eficaz en la actuación en emergencia dentro de su centro de trabajo. Inversión Los medios técnicos que nos ayudan a luchar contra una emer- gencia son elementos que requieren de una cierta habilidad y, so- bre todo, de entrenamiento para lograr obtener de ellos la efi- cacia deseada, son herramientas que nos permitirán contrarres- tar los efectos de las diversas emergencias que se pueden dar en nuestra instalación y contar con medios modernos y actualizados conseguirá, sin lugar a duda, mejorar nuestra intervención. Cada año los fabricantes se esfuerzan más en evolucionar y mejorar sus productos. Es por ello, que conviene adaptar- se poco a poco y mejorar en la medida de lo posible las herra- mientas de trabajo de nuestros equipos de emergencia, me- diante unas inversiones que aumenten la eficacia de la interven- ción y la propia seguridad de los intervinientes. Recuerde: en una emergencia trabaje contrarreloj. Reducir los tiempos de actuación mediante una buena organización de los medios humanos y materiales, una formación práctica y con- tinuada de los equipos de emergencia y una correcta dotación de los medios materiales juega a nuestro favor para lograr el objetivo.

RkJQdWJsaXNoZXIy MzA3NDY=