Formación de Seguridad Laboral 164

PRL EN EL SECTOR sanitario 125 Marzo-Abril 2019 Más información: [email protected] En este mismo ámbito actúa el Servicio de Preven- ción propio del SERGAS, que está conformado por las diferentes unidades de prevención de riesgos la- borales con competencia en cada una de las áreas de salud correspondientes. Estas unidades somos las en- cargadas de: a. Impartir formación e información a los profesio- nales sanitarios sobre cómo prevenir las situaciones de violencia laboral. Se refuerzan conceptos como: - La escucha activa y la empatía con el paciente. - El respeto hacia el usuario/paciente; haciéndole sentir que el/ella es lo único importante en ese mo- mento; evitando expresiones o comentarios referidos a sus temores que puedan herir su sensibilidad. - La distancia de seguridad; aquella que se debe mantener con el paciente para evitar entrar en su es- pacio personal o que ayudan al profesional a prote- gerse en caso de reacción violenta del paciente/usuario, etc. b. Proponer medidas preventivas , que se desarrollan a partir de las evaluaciones de riesgos de los puestos de trabajo, ta- les como: - Organizacionales: evitar concentración de usuarios/pacien- tes en una misma sala de espera, el malestar de uno se propa- ga muy rápidamente a todos los demás; facilitar información cla- ra al paciente/usuario de la sala en la que será atendido y hora, evitando demora/espera sobre la cita programada. - Ambientales: crear ambientes de espera más cómodos y re- lajados; humanización de los espacios, dedicándole más impor- tancia al mobiliario, al color de las salas, la música ambiente, etc. c. Proponer medidas correctivas. Estas se adoptan cuando, a pesar de existir medidas de tipo preventivo, el episodio de violencia no se ha podido evitar (se llegó a materializar). El estudio individualizado de cada caso ofrece la posibilidad de mejora continua de la institución sanitaria, ya que será ne- cesario la modificación de las medidas establecidas hasta el momento y la adopción de otras nuevas que ofrezcan más seguridad al trabajador. d. Otras medidas que se suelen adoptar son: Presencia de personal de Seguridad en los Centros Sanita- rios. Carteles y campañas publicitarias periódicas de rechazo a la violencia contra los profesionales sanitarios. Dotación de pulsadores de emergencia, instalados en los equipos informáticos que permiten al profesional que se encuentra en “peligro” solicitar ayuda a otros profesiona- les del centro, sin que el “posible agresor” perciba que se ha activado dicha alerta, para evitar que aumente su agre- sividad. Correcta distribución del mobiliario dentro de las consultas de manera que facilite una vía de escape al profesional que pueda encontrarse en peligro. Habilitación de puertas interiores que comuniquen las con- sultas; éstas sirven como vía de escape y/o facilitan la entra- da de otro profesional en caso de alerta recibida. A pesar de todas las medidas implementadas, este riesgo la- boral en el ámbito sanitario sigue en aumento, por lo que se propone dar traslado de esta “alarma sanitaria” al conjunto de la sociedad y se tome conciencia a nivel colectivo. La violencia laboral en el ámbito sanitario es un afluente de la violencia multicausal de nuestra sociedad, si bien las geren- cias de las instituciones sanitarias están dando pasos con el fin de frenarla, corresponde también al conjunto de la población tomar conciencia de la situación y actuar en consecuencia. El número de episodios de violencia laboral entre los profesionales del sector sanitario, junto con el colectivo de la educación, ha ido aumentando

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