seguridad laboral 162
78 Diciembre 2018 Articulo Tecnico Más información:
[email protected] portante esta medida, a la que dicho sea de paso, se le da tan poca importancia. No estaría mal pensar que estas estancias se dotaran de zona de higienización de manos. Puede ser de forma conven- cional, con agua y jabón, o mediante hidroalcohólicos o ambos, siempre siguiendo las pautas de utilización idóneas para evi- tar que sea contraproducente y que la utilización masiva del hi- droalcóholico pueda generar problemas en la piel. Los materiales, elementos y superficies que se utilizan para la decoración y diseño de una estancia son estudiados habitual- mente para la comodidad, funcionalidad o un lugar que al verlo te genere determinadas sensaciones, relajación, etc. Pero los diseñadores de interiores, arquitectos y profesiona- les que trabajan para generar ese entorno de ensueño se olvi- dan, o no tienen en cuenta como deberían, la necesidad de hi- gienización-limpieza-desinfección de cada una de las superficies, del mobiliario que formará parte de la zona y de la necesidad de que soporte humedad y/o producto químico. Silla Veamos otro ejemplo: una silla mullida, con gran cantidad de es- puma u otro material interior textil, ergonómica, con posición automática, etc., la mejor silla del mundo construida de forma especial, que va a ser utilizada por varias personas, no debería ser de textil. ¿Por qué? Porque no podemos lavarla continua- mente, no permite la humedad continua y puede ser un nido de cultivo de microorganismos, ácaros, etc. Si una silla va a ser utilizada por varias personas, hay que bus- car que se pueda limpiar asiduamente, que soporte la humedad y el producto químico. Si a nivel sensorial necesitamos elementos mullidos, deben ser seleccionados adecuadamente y valorar un sistema de utilización más personalizado o con proceso de lavado programado. Parece complicado, pero no lo es, es mucho más complicado crear “talento”, buscar zonas propicias para ello: solo tenemos que añadir que ese entorno tiene una necesidad adicional e im- prescindible a seguir que es la limpieza y desinfección que per- mita mantener un entorno de seguridad emocional. Pensamos en agudizar los sentidos, para activar el talento, y olvidamos los sentidos que se distorsionan cuando una estancia no está limpia, no huele bien. Imaginen una estancia donde la luz y el sol acceden por sus cristaleras sucias. Vamos más allá: imaginen que esas cristaleras están sucias por huellas de manos, que cuando se apoyan en la mesa sus manos se quedan ligeramente enganchadas, que hue- le “raro” como “a humanidad”, a humedad. Eso sí, con un sue- lo brillante. ¿Cómo trabajarían en una zona así? Saben que lim- pian porque el suelo así lo muestra pero no están ni se sienten seguros y cómodos. Así de importante son las medidas que se deben tomar en una estancia que se utiliza de forma colectiva y que puede ser tan necesaria para la continuidad y éxito de una empresa. Para nosotros, como trabajadores, se agradece sentirte có- modo, que todo está correcto y limpio, que tus sentidos se uti- licen para crear y no para combatir, que visualmente se detecte que todo es correcto, que la estancia huela de forma correcta y que al tocar las superficies no nos quedemos “pegados a ellas”. Este cometido deben controlarlo profesionales especializa- dos. No quitemos importancia a algo tan vital y destinemos la atención que merece. Es un tema de salud física y psíquica a la que estamos some- tidos si nuestro entorno no está correctamente limpio y noso- tros lo detectamos. Todas las personas para entrar tocan el pomo: ese punto será con- siderado como “punto negro”. Si una silla va a ser usada por varias personas, es necesario que se pueda limpiar frecuentemente, que aguante la humedad y el pro- ducto químico. Foto: Groupon.
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