seguridad-laboral 160
42 Agosto 2018 seguridad en zonas atex Más información:
[email protected] son una herramienta perfecta para crear un equipo que aplique técnicas más complejas de análisis tipo HAZOP, SWIFT, HACCP, etc. ba- sadas en analizar las posibles desviaciones de los procesos, su probabilidad y consecuencias. Aunque estos métodos se tienen como técni- cas propias de la industria química, la aplicación de estos procesos simplificados mejora el co- nocimiento y seguridad de cualquier instalación industrial y sus personas y entorno. c) Tras sufrir un accidente/incidente: siempre se ha de aprovechar la oportunidad de aprender que nos ofrecen los accidentes y los inciden- tes haciendo una investigación real causa-efec- to por personal involucrado y siendo fiel a lo ocurrido. Los aprendizajes se pueden plasmar muchas veces en sistemas de bloqueo de ener- gías y control de energía residual (EC&PL) o con sistemas a prueba de fallos tipo Poka-Yoke y en casos mayores deben llevar a un rediseño de instalacio- nes y procedimientos. La clasificación de las zonas que establece el R.D. 681/2001 (Anexo I) junto con la evaluación continua de los riesgos per- mite tomar las medidas de seguridad necesarias, que se han de plasmar en un documento de protección contra explosiones (DPCE). Para el desarrollo de este documento existe una bue- na guía extensa en la NTP 826 del INSSBT. Hay tres condiciones de trabajo que son especialmente peli- grosas cuando tratamos con atmósferas explosivas: 1) Trabajos en caliente: los trabajos que generan chispas o pun- tos calientes son especialmente peligrosos y su ejecución en zonas ATEX deben evaluarse y configurar con detalle el DPCE siempre. Estos trabajos suelen vincularse a modificación, re- paración o mantenimiento de las instalaciones y afectan tanto a zonas clasificadas originalmente como ATEX como a nue- vas zonas con riesgo que crean las propias intervenciones, por ejemplo cuando se accede a un tanque normalmente ais- lado que puede contener gases o líquidos inflamables o se ac- túa en tuberías con productos inflamables o combustibles. Estos trabajos son especialmente peligrosos cuando se recu- rre a contratas externas que no conocen con detalle la insta- lación y los riesgos y es obligación de los responsables de las empresas contratista e industrial coordinarse correctamente para evitar accidentes. Es crítico también el primer arranque o puesta en marcha del sistema tras la intervención, y se debe incorporar un protocolo de comprobación de seguridad previa de tuberías y conexiones, instrumentación y controles, tanques y equipos e instalaciones auxiliares y servicios para evitar ac- cidentes. Este protocolo de comisionado y pues- ta en marcha seguro debería existir como bue- na práctica escrita en todas las compañías indus- triales para ser aplicado tanto en nuevas instala- ciones como en modificaciones y reparaciones. 2) Trabajos eléctricos: los trabajos eléctricos en zonas ATEX implican también un riesgo adicio- nal, ya que combinan el riesgo de incendio o ex- plosión con las posibles fuentes de ignición deri- vadas de un accidente eléctrico o una maniobra de un equipo eléctrico que no mantenga el gra- do de estanquidad requerido durante el mante- El mantenimiento de las instalaciones se ha de realizar por personal cualificado con conocimiento del proyecto original de la instalación
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