seguridad-laboral 160
41 Agosto 2018 Más información:
[email protected] seguridad en zonas atex Los incendios o explosiones en zonas ATEX son accidentes especialmente graves en cuanto a sus consecuencias per- sonales, económicas y medioambientales: los mayores ac- cidentes ocurridos en instalaciones industriales tienen aquí su origen. Estas atmósferas se dan en casi to- das las industrias, especialmente en químicas, ali- mentarias, gráficas, farmacéuticas y cocinas públi- cas y privadas. La normativa de seguridad industrial exige el diseño seguro e inspección inicial y periódica en instalaciones petrolíferas, frigoríficas, de combustibles gaseosos, pirotecnias, almace- namiento de productos químicos, instalaciones eléctricas y de explosivos. También se ha desarrollado normati- va de seguridad en productos como aparatos a gas, recipientes y equipos a presión, máquinas y aparatos y sistemas para uso en atmósferas explosivas. Pero estas instalaciones, y productos, son utilizados por personas y vigilados y mantenidos por traba- jadores que han de cumplir procedimientos de trabajo aproba- dos por la empresa para garantizar un trabajo seguro. La normativa de seguridad laboral para la protección de los trabajadores en zonas ATEX parte del R.D. 681/2001 sobre riesgos derivados de atmósferas explosivas en el lugar de traba- jo y viene seguida de los planes de autoprotección, emergencia y evacuación para garantizar la seguridad de las personas una vez ha ocurrido el accidente. Riesgos derivados de atmósferas explosivas en el lugar de trabajo La prevención de explosiones en zonas ATEX se basa en medidas técnicas y organizativas para impedir las atmósferas explosivas, evitar su ig- nición, si no se puede evitar la atmósfera explosiva, o atenuar los efectos perjudicia- les y garantizar la seguridad y salud de los trabajadores en caso de que se dé el in- cendio o explosión. Para tomar estas medidas es obligatorio evaluar el riesgo co- nociendo bien la probabilidad de formación de atmósferas peli- grosas, la probabilidad de ignición, los productos involucrados y las consecuencias en caso de accidente. Esta evaluación del riesgo que ha de ser concienzuda e “in situ” por profesionales propios y/o profesionales externos asis- tidos por el personal propio, pero nunca hay que aceptar que se pueda realizar por un servicio externo desde su oficina; se ha de realizar al menos en tres casos: a) Nueva ejecución de instalación, ampliación o modificación: la seguridad comienza en el diseño , cuando se puede com- probar y evitar de antemano los riesgos poste- riores aplicando la normativa, guías técnicas, las NTP del INSHT y desarrollando condiciones téc- nicas de suministro propias de la empresa que aglutinen el saber hacer en materia de seguridad (y producción). En estos casos se ha de contem- plar la seguridad propia de la instalación en uso y mantenimiento, pero también cómo se ejecuta- rán las modificaciones o ampliaciones, especial- mente porque suelen ser trabajos externos sub- contratados y que no conocen la instalación. b) Inspecciones internas y externas: las inspeccio- nes reglamentarias por autoridad competente, mantenedor registrado u organismo de control acreditado (OCA) permiten analizar de nuevo el estado de la seguridad; lo mismo sucede con las inspecciones internas de mejora continua (Kai- zen) o mantenimiento total productivo (TPM): Seguridad en zonas con riesgo de incendio o explosión ATEX Pedro Hernández Director de la División de Industria e Infraestructuras de MC Spain
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