PRL EN parques eolicos 25 Junio 2018 Más información:
[email protected] en la parte superior de la estructura, como equipo de apoyo y envío de herramientas y materiales. Comunicados entre sí, me- diante un “walkie-talkie”. Cuatro horas más tarde, llegan al suelo y realizan el desmon- tado de toda la instalación de anclajes y cuerdas de trabajo. Seguidamente se realiza una exhaustiva inspección de todo el equipo de seguridad, junto a la estructura, visualizando un hori- zonte donde emergen un centenar de gigantes aspados. El mercado actual No todo vale para trabajar en altura: se requiere de una gran especialización, gestionar los riesgos, conocer la metodología de trabajo, normalizaciones, estándares de calidad, conocimiento y experiencia en soldadura, mecánica, electricidad, pintura, etc. También resulta primordial la formación en primeros auxilios y técnicas de rescate, y por supuesto estar acreditado. En la actualidad los grandes profesionales de trabajos vertica- les están muy demandados, por las previsiones de desarrollo de nuevos parques eólicos y, sobre todo, el mantenimiento actual, ya que España es uno de los países de Europa con un gran po- tencial en parques eólicos. La seguridad, el conocimiento del medio, trabajo en equipo y la formación continua en el medio del trabajo vertical es el denomi- nador común para un buen desarrollo profesional y empresarial. Las claves del éxito en los trabajos verticales en el mundo eó- lico es aplicar el sentido común, el conocimiento y la experien- cia en la gestión del riesgo. eléctrico, rescate y evacuación además de tener un buen nivel de inglés técnico. Todos estos procesos formativos de es- pecialización requieren de años y cursos de formación. Cada certificación ha de renovar- se y evaluarse periódicamente. Hablamos de personal altamente cualificado, que además debe contar con unas buenas condiciones fí- sicas y mentales. Metodología y seguridad en altura Los equipos EPI, EPC, SAS y líneas de vida, son los denominados cordones umbilicales a la vida del mundo vertical y la suspensión. To- dos los elementos EPI y EPC (arneses, conec- tores, ganchos, mosquetones, eslingas, cuer- das de trabajo y un largo etcétera) son nece- sarios para todo el proceso de movilidad en la vertical. Un día cualquiera Hace una mañana fría, pero soleada. El viento está totalmente en calma. El equipo lo conforman cuatro especialistas en traba- jos en altura y suspensión vertical, con más de 9.000 horas acre- ditadas por las alturas, en diferentes instalaciones industriales y eólicas a nivel nacional e internacional. Se disponen a iniciar el día, con sus equipos integrales de es- pecialistas en trabajo vertical (arnés, guindola, descensores, blo- queadores numerosos mosquetones, eslingas y un pequeño bo- tiquín colgado de su arnés), varios petates cargados de cuerdas y conectores, preparados para ascender por el polipasto que sale de la rejilla exterior del nacel y otros tantos más pequeños por el ascensor. Bajo la supervisión del jefe del parque, toda la documentación al día, parte de trabajo actualizado y esperando la parada de máquinas por parte de un técnico de la compañía y posicionar las palas, para realizar los trabajos en las mismas y visualizar posibles puntos de oxidación del fuste. Después de la subida de materiales, empieza la labor de la instalación de los puntos de anclaje en la parte interior del na- cel, donde parten un número lineal de cuerdas y protectores de las mismas, para evitar los puntos cortantes de la estructura. Las cuerdas salen por los diferentes tragaluces de la cubierta del nacel, posicionado la direccionalidad de las mismas, hacia los puntos de inspección y reparación. Todo ese proceso de insta- lación esta supervisado por uno de los técnicos, con mayor ran- go de especialización. Transitando por el exterior de la cubierta, totalmente conec- tado a las líneas de vida existentes y/o puntos de anclaje. Empie- zan el proceso de descuelgues por la estructura, provistos de su pequeño arsenal de descensores, posicionadores, mosque- tones, sacas de herramientas y un largo etcétera. Conectados a dos cuerdas de diferentes colores, una de trabajo y otra de se- guridad, descienden por la estructura, quedando uno de ellos No todo vale para trabajar en altura: se requiere de una gran especialización, gestionar los riesgos y conocer la metodología de trabajo