PRL EN el sector limpiezas y gestion de residuos 121 Abril 2018 Más información:
[email protected] contenido esté perfectamente identificado para su traslado, al- macenamiento y gestión final. El etiquetado de residuos peligro- sos se regula en el artículo 14 del RD 833/1988, de 20 de julio, modificado en parte por distinta normativa posterior (Decisión 2014/955/UE, Reglamento 1357/2014, de 18 de diciembre, en- tre otras), de forma que en la etiqueta debe figurar: el nom- bre, dirección y teléfono del productor; el código LER y la descripción del residuo; el código HP y la descripción de la característica de peligrosidad; la fecha de envasado; y los pic- togramas de la naturaleza de los riesgos que presenta el resi- duo, de acuerdo al Reglamento 1272/2008 del Parlamento y del Consejo, de 16 de diciembre, sobre clasificación, etique- tado y envasado de sustancias y mezclas. Una vez envasados y etiquetados, los residuos peligrosos de- ben ser almacenados temporalmente en el lugar de producción hasta su recogida, transporte y tratamiento final según la nor- mativa aplicable. Es obligación del productor almacenar sus re- siduos en condiciones adecuadas de higiene y seguridad, en el caso de los residuos peligrosos, por un máximo de seis meses, a excepción de aquellos tipos de residuos que sean regulados por normativa propia (como el caso de los sanitarios). Formación De especial importancia, en cuanto a la prevención de riesgos, es la formación adecuada de todos los trabajadores implicados en el proceso de gestión de los residuos peligrosos. Se debe- rá evitar el contacto directo con este tipo de residuos, utilizan- do para ello los equipos de protección individual cuando fueran necesarios (guantes, gafas, mascarillas, etc.). Para su transporte, se tomarán las medidas requeridas para una correcta manipula- ción manual de cargas, utilizando carretillas u otros medios ade- cuados a la carga a transportar y usando siempre rutas alejadas del tránsito habi- tual de personas, evitando así posibles si- tuaciones de riesgo. Para terminar, hay que señalar que se debe procedimentar todo el proceso de gestión y formar e informar a todo el per- sonal implicado de cuáles son sus respon- sabilidades y funciones dentro del mismo. Por último, hay que remarcar que el productor es el responsable de la gestión de sus residuos hasta el momento que los transfiere al gestor autorizado encar- gado de su tratamiento final. Esta ges- tión responsable de los residuos peligro- sos generados por la empresa debe im- pulsarse a través de una apropiada cultu- ra preventiva como un compromiso, por un lado, con la seguridad y salud de los trabajadores y la población en general y, por otro, con la preservación y sostenibi- lidad del medio ambiente. mización de los residuos peligrosos en la empresa se encuen- tran la optimización de la gestión del inventario de productos de carácter peligroso, la racionalización de compras, la reduc- ción, reutilización y el reciclaje (las 3R) de productos y materia- les peligrosos, o la aplicación de técnicas para la conversión de residuos peligrosos en otros no peligrosos. Todo ello con el ob- jetivo de disminuir el potencial impacto sobre la salud de los tra- bajadores y el medio ambiente. Correcta segregación El siguiente paso deberá ser una correcta segregación de los re- siduos peligrosos, evitando mezclas que conduzcan a un aumen- to de la peligrosidad de los mismos o que dificulten su gestión fi- nal. Hay que evitar en todo momento mezclar residuos incom- patibles, esto es, aquellos que al entrar en contacto generen reacciones violen- tas, calor, fuego, humos, gases tóxicos o inflamables, etc. El envasado de los residuos peligro- sos debe ser realizado siempre utilizan- do contenedores homologados que ga- ranticen estanqueidad total, resisten- cia a la rotura, opacidad o no, depen- diendo del tipo de residuos, asepsia en su exterior o cierre hermético de fácil apertura pero que no permita su aper- tura accidental, entre otros criterios. Una regla básica en el envasado de re- siduos peligrosos es que los envases no deberán llenarse más de un 85-90 % de su capacidad, facilitando de esta forma su cierre y manipulación en condiciones de seguridad. Es indispensable que todo envase de residuos peligrosos quede correc- tamente etiquetado, de forma que su