Formación de seguridad laboral 156
68 Diciembre 2017 FORMACION EN PRL Más información:
[email protected] Poco ha mejorado la situación preventiva de los más de tres mi- llones de trabajadores autónomos en los últimos años ya que aun a pesar de ser susceptibles de sufrir los mismos accidentes que los asalariados, en nuestra legislación laboral, en materia de preventiva, la figura jurídica del mismo sigue prácticamente au- sente por lo que, para adaptarse a los nuevos tiempos, la legisla- ción le debe al autónomo su reconocimiento y regulación. Esta situación ha intentado remediarse con varios instrumen- tos, el Estatuto del trabajador autónomo , primer ejemplo de regulación sistemática y unitaria del trabajo autónomo en la Unión Europea y las distintas Estrategias de Seguridad y Salud en el Trabajo, el último documento elaborado para el periodo 2015-2020 , tiene como objetivo, entre otros, adoptar las medi- das necesarias que garanticen la efectividad del derecho de los trabajadores autónomos a una protección adecuada de su se- guridad y salud en el trabajo. Se desarrolla así lo recogido en esta materia en el Estatuto que en su artículo 8 establece un papel preponderante a los co- metidos de las administraciones públicas competentes, a los de- beres de cooperación, información e instrucción y vigilancia de las empresas contratantes y sus responsabilidades, a la utiliza- ción de maquinaria y otros útiles de trabajo, al derecho del tra- bajador autónomo ante un riesgo grave... En este ámbito se echa en falta un papel más activo por par- te de las distintas administraciones, ya que no solo han de di- señar sus políticas en materia preventiva teniendo en cuenta la singularidad del trabajo autónomo, sino también realizar una la- bor de tutela y garante de las condiciones de seguridad en que los autónomos desarrollan sus tareas. La protección frente a los riesgos laborales no puede ceñirse a meras fórmulas de autotu- tela; máxime cuando se advierte el progresivo incremento del número de trabajadores autónomos en nuestro tejido produc- tivo, en especial en determinados sectores de alta siniestralidad, lo que obliga a una particular atención y adaptación de las nor- mas sobre seguridad y salud en el trabajo debiéndose configu- rar un contenido mínimo que proteja al autónomo frente a los riesgos de toda actividad profesional. Sin embargo, los recortes presupuestarios realizados en es- tos años, tanto por el Estado como por las comunidades autó- nomas, han afectado de forma significativa a los pocos progra- mas que en el ámbito regional o nacional se destinaban a fo- mentar la cultura preventiva, la formación o la sensibilización de nuestro colectivo. Otra asignatura pendiente es la baja incidencia que la cotiza- ción por contingencias profesionales (accidente de trabajo y en- fermedad profesional) tiene en el colectivo. Solo dos de cada diez autónomos cotizan por accidente, lo que pone de manifiesto el poco atractivo que tienen las ventajas que ofrece esta cotización y una ausencia importante de una cultura preventiva, ya que ni siquiera protege- mos nuestro mayor bien, nosotros mismos. El sistema bonus-malus, con su enorme “papeleo” y la baja repercusión económica que supone, no es un aliciente para este tipo de negocios aunque sí lo sea para las grandes empresas. Desde ATA venimos denunciando esta situación a través del Observatorio para la Prevención de Riesgos Laborales que tenemos en marcha. Anualmente, pre- sentamos informes de siniestralidad de los autónomos que cotizan por accidente de trabajo, los sectores con mayor incidencia, las causas y tipología de los acciden- tes o los lugares y franja horaria donde se producen. Estos datos si los extendiéramos al total de los autóno- mos, y no solo al porcentaje de los cotizantes, son sufi- cientemente importantes como para que todos tome- mos cartas en el asunto. La prevención de los riesgos en los autónomos, asignatura pendiente José Luis Perea Blanquer Director del Área de Prevención de ATA
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