seguridad laboral 154
48 Agosto 2017 CALZADO DE seguridad y proteccion Más información:
[email protected] res asociados al movimiento disminuyen. Además la caña del calzado debe permitir la incorporación de una plantilla a medi- da siempre que el caso lo requiera. Retropié : Anatómica, debe permitir la adaptación al talón e incorporar un contrafuerte posterior para su mejor protección. ¿Qué podemos hacer para adaptarnos mejor al calzado de se- guridad? Guardar el calzado en un lugar que permita su correcto se- cado en 10 horas o menos. Calcetines gruesos de algodón, suaves, cuyo mantenimiento debe ser especialmente cuidadoso. Recomendamos siempre cambiarlo, al menos, una vez al día. Higiene estricta del pie empleando jabones no alcalinos, y secando posteriormente a conciencia los pies, especialmente entre los dedos para evitar maceraciones. Controlar el desgaste del calzado para prevenir posibles pér- didas en sus capacidades protectoras. Acudir al podólogo, no solo cuando perciban algún proble- ma, sino como medida de prevención. Una correcta revisión de su podólogo puede ayudar a anticipar problemas futuros. La elección de un correcto calzado laboral debe ser el fruto de la colaboración entre el trabajador y el podólogo. Finalmente, el mejor tratamiento es aquel que se basa en la prevención. Es por ello necesario ser conscientes de la impor- tancia que tienen los pies, teniendo en cuenta que son la base que nos permite mantenernos erguidos. Asimismo, insistir en su correcta protección nos ayudará a desarrollar nuestra labor de manera más eficaz y segura. Por otra parte, las diferentes hormas existentes permiten, se- gún el modelo, adaptarse a una mayor tipología de pies. Ade- más presentan, por regla general, espacio interior suficiente para la implantación de soportes plantares u ortesis digitales a medida, que el podólogo puede indicar y fabricar con el objeti- vo de compensar trastornos morfoestáticos. Actualmente existen modelos que se asemejan al calzado de- portivo o de senderismo, pero que no consiguen en muchos casos solventar el principal problema que muchos de nuestros pacientes refieren: el recalentamiento del pie durante la jorna- da laboral. Aproximadamente el 50% de las personas que em- plean calzado de seguridad refieren problemas por hipersudo- ración, aproximadamente el doble que la población en general. ¿Qué recomendamos en un calzado laboral de calidad? (Di- chas recomendaciones pueden verse afectadas en función de las necesidades particulares de protección que el puesto de tra- bajo requiera) Antepié : El zapato debe dejar espacio en los dedos, tanto en altura como en anchura, con un espacio distal de mínimo 10 mi- límetros para evitar impactos en la punta de los dedos. Además, y para facilitar el despegue en cada paso es recomendable un quebrante de puntera que genere un efecto “balancín” durante la última fase de la marcha. Mediopié : La suela debe ser rígida a la flexión, este hecho permite al pie trabajar menos, por lo que algunos de los dolo- La prevención y la adaptación a la propia morfología del pie son los aspectos más importantes para el uso del calzado de seguridad
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