seguridad laboral 153
101 Junio 2017 Articulo Tecnico Más información:
[email protected] La mano de obra en Europa está envejeciendo. El pasado año, la tasa de empleo de trabajadores de más de 55 años se situa- ba en una media del 55,3%, mientras que en 2007 apenas su- peraba el 44%, según un informe del Instituto de Estudios Eco- nómicos (IEE) a partir de datos de Eurostat. Entre los países eu- ropeos que mayores tasas de empleo de trabajadores mayores registra se sitúa Suecia, Alemania y Dinamarca. La veteranía es un grado Está claro que la veteranía es un grado que se valora. Y, se- gún mi experiencia, diría que incluso más, si cabe, en un sector como el que nos ocupa en Deinsa: el de los equipos de protec- ción individual (EPIs) y la seguridad y la salud en el trabajo. Sin olvidar, por supuesto, el retraso en la edad de jubilación que se está produciendo en muchos países de la Unión Europea a con- secuencia de la crisis económica que ésta viene atravesando desde hace ya varios años. Tan manifiesta se revela esta realidad que la propia Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo ha activado una campaña, denominada “Trabajos saludables en cada edad”, que se articula en torno ella cuyo objetivo fundamental no es otro que promover la seguridad y la salud a lo largo de toda la vida laboral en el contexto de una mano de obra que envejece. Al mismo tiempo, y de forma simultánea, el mercado de tra- bajo va absorbiendo también mano de obra nueva. Jóvenes que se incorporan a la vida laboral y que constituyen la otra cara de la misma moneda. Una y otra articu- lan un enorme riesgo, pero también un universo de posibilidades para nuestro sector. Que la mo- neda caiga de canto en este caso es lo recomen- dable y la gestión de quien la lance al aire marcará el punto de inflexión. De ahí que no esté de más recordar la responsabilidad subyacente en todas las empresas y agentes del sector prevencionista que, como Deinsa, nos adaptamos cada día a esta nueva realidad laboral. Nuevas tecnologías La brecha se hace más evidente sobre todo cuan- do aparecen en escena las nuevas tecnologías, ésas que han llegado para quedarse y que cada vez aportan más valor –también en el campo de la seguridad laboral– y que en alto grado nos in- teresan en Deinsa. Y es que, por ejemplo, cada vez son más las apps diseñadas para la prevención de riesgos laborales. Pero las diferencias entre un grupo y otro no se limitan a la tecnología. Otro punto de “conflicto” puede ser la percepción de los riesgos laborales y su consiguiente respuesta ante ellos. Es habitual, y diría que casi natural, que esta percepción esté muy mermada en los trabajadores más jóvenes, ya no solo por su edad sino por la escasa experiencia acumulada. Tenemos la responsabilidad de equilibrar la balanza: si esto lo vienen ha- ciendo fundamentalmente el empresario, junto con los técni- cos en prevención de riesgos laborales y las medidas de forma- ción, campañas de comunicación, etc. que se llevan a cabo den- tro de la empresa, también los trabajadores con mayor expe- riencia juegan un papel fundamental en este reto. Lo cierto es que esta brecha no tiene por qué enquistarse, generando un precipicio entre trabajadores jóvenes y mayo- res. Si logramos que unos y otros se entiendan y aporten en función de sus conocimientos y aptitudes, habremos logrado unas sinergias de las que la seguridad y la salud en el entorno de trabajo se verán altamente influidas y potenciadas. La cla- ve está en conseguir de unos y otros una buena disposición a compartir conocimientos por un lado y una adecuada recepti- vidad ante los cambios por el otro. De conseguirlo, habremos logrado convertir esta brecha generacional en una fuente muy importante de valor. El equilibrio generacional en el trabajo, fuente de valor también para el sector de la seguridad laboral Manuel Martínez Director general de Deinsa
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