seguridad laboral 152

58 Abril 2017 Proteccion en Altura y Construccion Más información: [email protected] ¿Por qué cuando hablamos de trabajos en altura pensamos siempre en el trabajador que está allí arriba limpiando los cristales de una fachada acrista- lada de un gran edificio o en que un experto traba- jador arregla, entre cuerdas y demás equipamien- to de seguridad, una pala de aerogenerador eólico a cerca de 100 metros de altura? Muy habitualmente se piensa que ese tipo de tra- bajos los realiza personal muy especializado que ha recibido una gran formación e, incluso, ha adquirido un título específico para ello, pero la gran mayoría de las veces, esto no es así. Los trabajos en altura de cualquier empresa se realizan, en su mayoría, a me- nos de 10 metros y el riesgo inherente es importan- te porque, aunque la altura de trabajo no es excesi- va, supera los 2 metros, con lo que obliga a emplear sistemas de aseguramiento en caso de caída. Hoy día se siguen produciendo muchos acciden- tes de trabajos en altura que, casi siempre, son mortales (en el momento de realizar este artículo estoy sobrecogido porque acabo de recibir la información acerca de un trabajador que acaba de fallecer en Bilbao tras caer de un andamio) y a la hora de enfrentarnos a cubrir estos riesgos siempre aparecen las dos mismas dudas: qué equipos de seguridad empleo (EPIs de altu- ra) y dónde me sujeto, dónde me anclo. Cada vez con más frecuencia el mercado laboral va tenien- do conocimientos del primer punto. Existen un gran número de posibilidades entre los equipos necesarios (básicamente, arne- ses, elementos de retención y/o elementos anticaídas). Pero el mayor problema surge a la hora de preparar las medidas de se- guridad necesarias en la ubicación del puesto de trabajo. Ade- más, las localizaciones de los trabajos pueden cambiar y no se habilitan sistemas de prevención en todos ellos. Desde llevamos más de 20 años asesorando a empresas de muy diversos sectores en la solución de estos riesgos. Con esta ayuda y con una sencilla pero adecuada for- mación, podemos estar preparados para buscar las soluciones necesarias. Vamos a incidir, por tanto, en algunas soluciones que pueden servir como puntos de sujeción o anclaje en el puesto de tra- bajo en altura donde el objetivo final es evitar que el trabajador impacte en el suelo tras una caída. Para ello, se necesita “ama- rrar” al operario a uno o varios puntos seguros (llamados pun- tos de anclaje) para que en caso de caída quede suspendido y no alcance el suelo. Como posibles sistemas donde sujetarse en caso de caída ex- isten los siguientes (todos cumplen con la norma EN795): Puntos de anclaje fijos: se instalan sobre hormigón, estructura metálica, bloque, etc. y quedan fijos para un uso continuado. Los hay de diversas formas y posibilidades de fijación. Puntos de anclaje portátiles: se instalan y desinstalan con faci- lidad. De cinta textil (poliamida o dyneema) o de sirga de ace- ro. Existen modelos de cinta con puntos de anclaje múltiples, de fácil instalación sobre vigas o columnas. Puntos de anclaje portátiles anclados a pared. Quedan ancla- dos a un orificio hecho en la pared con posibilidad de desins- talación. Puntos de anclaje fijos encastrados sobre hormigón tras su fra- guado. Usados en construcción. Carros móviles sobre cabeza. Puntos de anclaje móviles que corren sobre vigas de estructura (IPN, IPE, etc) Líneas de vida horizontales. De sirga de acero o textiles. Fi- jas y portátiles. Estructuras metálicas semifijas o móviles, que pueden mon- tarse o desplazarse donde haya necesidad (postes, pórticos). Siempre hay una solución para anclarse a un punto seguro y mi- nimizar riesgos de caída. No permitamos que su ausencia se con- vierta en ausencia temporal o permanente de un trabajador. En busca del punto de anclaje Eduardo Segura Rodríguez Gerente-Manager de Conapro

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