20 Abril 2017 Seguridad en catastrofes y emergencias Más información:
[email protected] Podemos decir que las emergencias son situaciones inesperadas que comprometen la vida y la integridad física de una o de va- rias personas y que demandan una intervención especializada. Por su parte las catástrofes son alteraciones intensas que se producen en las personas, los bienes, los servicios y el medio ambiente, causados por un suceso natural o generado por el hombre que excede la capacidad de respuesta de la comuni- dad afectada. Las emergencias y las catástrofes son dos consecuencias que nos recuerdan a diario cuan vulnerables seguimos siendo a la materialización de las amenazas, sean propias de los fenóme- nos de naturales (terremotos, erupciones volcánicas, los desli- zamientos, lluvias torrenciales, etc.) o provenientes de la tecno- logía (plantas nucleares, depósitos de materiales peligrosos, ac- cidentes de vehículos y de aviación entre otros). Solo recientemente se ha empezado a estudiar y analizar el manejo de las emergencias y desastres en forma sistemática como una secuencia cíclica con etapas interrelacionadas. Dichas etapas, dice el preámbulo de la Norma Básica de Protección Ci- vil, que son: la previsión, la prevención, la planificación, la inter- vención y la rehabilitación. A su vez cada una de estas se pue- den agrupar en tres grandes fases: el antes, el durante y el des- pués. Éstas son de carácter cíclico, es decir, que una precede a la otra y cada una demanda la implementación de técnicas y es- trategias propias de trabajo desde la utilización de tecnología de punta hasta la aplicación de estrategias psicosociales y so- ciológicas. Cuando me ofrecieron la oportunidad de escribir este con- tenido, la primera idea que me vino a la cabeza fue redactar un artículo técnico sobre alguna de las medidas de prevención en riesgo laborales que podemos adoptar cuando actuamos en una intervención por parte de bomberos. La siguiente pregun- ta que me surgió fue, ¿cuál?. Es decir, ¿qué tipo de intervención? En el Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de Madrid, al cual pertenezco, atendemos multitud de tipos de intervenciones: el fuego en vivienda, rescate en accidentes de tráfico, hundimien- tos de construcciones, consolidación de edificaciones, saneado de cornisas y fachadas, roturas de árboles, inundaciones, rescate de animales (el gato en el árbol, no es ninguna leyenda urbana…). Planificación En cualquier actividad empresarial existe un diseño del produc- to, de la producción, una estrategia de ventas, de marketing , etc. Dicho de otro modo, hay una planificación de cada una de las fases desde el inicio de la idea hasta el usuario final. Esta plani- ficación facilita disponer de tiempo, dentro de lo que los már- genes permite, para realizar una evaluación de riesgos a los que los trabajadores se van a ver expuestos y tomar las medidas preventivas adecuadas en cada caso: modificación o control del proceso de producción, implantación de medidas colectivas o el uso de EPIS específicos y adecuados. En las emergencias no es posible realizar dicha planificación, es decir, no se cuenta con ese “tiempo extra”. Cuando ocurre una emergencia o catástrofe toda la planificación (yo añadiría un “que”) previamente existía en relación al medio, desapare- ce. Las instalaciones de servicio (luz, agua, gas), la estructura del edificio, de la configuración del arbolado, etc., pierden sus pro- piedades y características de diseño inicial y aparece el caos. Es en ese momento en el que se presentan las figuras de los inter- vinientes en las emergencias, en mi caso, los bomberos. En una situación de caos, la prioridad es restablecer el orden y devolver a la normalidad de sus vidas a las personas y a los ele- mentos que nos hacen más confortables éstas. En esos momen- tos, el análisis detallado de los posibles riesgos ha de ser instan- táneo, con una premisa clara: “el rescatador nunca puede ser rescatado”. Pero, ¿cómo implantar las medidas que actualmen- te exige la LPRL y sus respectivos reglamentos por actividad a los trabajos a realizar? En una misma intervención se pueden unir diferentes tipos: uso de protección respiratoria, de traba- jos en altura, riesgos químicos…, y además, salvar vidas y bienes en un tiempo récord. Cuanto más tiempo se tarde en rescatar a las personas menos posibilidades de supervivencia, cuanto más tiempo en mitigar el daño mayores daños materiales. Bien es cierto que en la actualidad y tras diversas sentencias judiciales, los servicios extinción de incendios, salvamento y res- cate, se han actualizado y están implantando EPIS y procedi- mientos de trabajo adecuados al cumplimiento de la Ley pero que en muchas ocasiones se presentan como incompatibles o incluso imposibles de utilizar en determinadas situaciones que, bajo el amparo de la LPRL, nos permiten saltarnos dichos pro- cedimientos y usos de EPIS: Artículo 3: ámbito de aplicación “La presente Ley no será de aplicación en aquellas actividades cuyas particularidades lo impidan en el ámbito de las funciones públicas de: Prevención de riesgos laborales y seguridad y salud en las emergencias y catástrofes Felipe García Berzosa Jefe de Grupo Bombero. Parque 5º Turno C. Bomberos Ciudad de Madrid