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FORMACION EN PRL Y COACHING PREVENTIVO 91 Diciembre 2016 Más información: [email protected] Imaginemos que un operario recién incorporado a un equipo de trabajo recibe un curso de formación sobre el uso de equi- pos de protección individual. Tras la jornada de formación, al re- incorporarse al trabajo, decide seguir las normas de seguridad y salud aprendidas y entre ellas hacer uso del casco durante la realización de una tarea concreta. Sus compañeros veteranos al ver a su nuevo compañero con el casco le comentan con cier- ta ironía que “eso de usar el casco no está muy bien visto por el grupo”. Al instante y con cierta perplejidad decide quitarse el casco y seguir trabajando. Esta situación expuesta, nos evidencia que la formación o saber lo que uno tiene que hacer no es suficiente para cum- plir con las normas de seguridad y salud. Las actitudes hacia la prevención no tienen únicamente un componente cognitivo o de conocimiento, también poseen un importante compo- nente afectivo. Las actitudes, creencias y valores hacia la pre- vención se adquieren durante el proceso de socialización en la empresa en que se interioriza lo que está bien y lo que está mal. Como hemos visto en el caso expuesto anteriormente, el grupo en el que se encuentra inmerso el individuo puede imponer unas pautas de comportamiento que incluso pueden afectar a la percepción de la realidad El valor de lo afectivo lo demostró el psicólogo Salomon Asch en un conocido experimento desarrollado hace años. En sus es- tudios comprobó el poder de la mayoría sobre la persona per- mitiendo comprender la dinámica de las relaciones interperso- nales en grupos y los niveles de conformidad. Aplicado a la pre- vención de riesgos laborales nos explicaría algunas reacciones de personas que saben lo que tienen que hacer pero no lo ha- cen para no ir en contra de sus compañeros de trabajo. Los es- tudios de Asch demostraron que la presión social puede ac- tuar, esencialmente de dos maneras: provocando un verdadero cambio en la percepción y los criterios de la persona (en los ca- sos de personas altamente sugestionables) o provocando que la persona exprese lo contrario de lo que piensa con tal de coinci- dir con el grupo a pesar de provocarle disgusto interno. Formación y prevención de riesgos laborales La Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales es muy clara expresando la necesidad de la formación e información en materia de prevención. Dicha necesidad es indiscutible des- de un punto de vista ético y legal. Sin embargo, nuestra ex- periencia en los últimos años demuestra que la mayor par- te de los accidentes no se producen por desconocimiento de las normas de seguridad y salud: detectamos que se producen por su no seguimiento. Por tanto, nos damos cuenta de que no es suficiente formar e informar a los trabajadores sobre lo que tienen que hacer, el cómo y el cuándo, se hace necesario in- corporar metodologías que trabajen so- bre las actitudes; las creencias y los valo- res, es decir, sobre una parte más afecti- va y emocional. Aquí es donde se convier- te el coaching aplicado a la prevención de riesgos laborales en una herramienta im- prescindible. El coaching y la prevención de riesgos laborales El coaching es una palabra de moda en el mundo empresarial. Tal como lo conoce- mos hoy en día, procede del ámbito de- portivo. La eficacia demostrada en proce- sos de apoyo a deportistas de élite en EE. UU. hizo pensar en su aplicación en ejecu- tivos y empresarios, por lo que tuvo una rápida expansión al mundo de las organi- Coaching aplicado a la prevención de riesgos laborales, una oportunidad Humberto Borrás Zedda Licenciado en Psicología, técnico en Prevención de Riesgos Laborales y Coach Ejecutivo certificado por AECOP. Gerente de Talenthum Consultores. Consultoría Psicosocial y de Recursos Humanos.

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