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52 Diciembre 2016 Articulo Tecnico Más información:
[email protected] Desde que Altro inventara los suelos de seguridad, hace casi 70 años, estos se han utilizado en los entornos más exigentes. Du- rante todo este tiempo, Altro ha ayudado a prevenir innumera- bles accidentes en todo el mundo, reduciendo el riesgo de caí- das y resbalones a uno entre un millón. No obstante, durante ese período han ido creciendo una serie de mitos en torno a la mejor manera de limpiar estos suelos. La limpieza efectiva de los suelos de seguridad va más allá de la impresión estética del suelo. Una acumulación de contami- nantes en su superficie puede afectar a sus propiedades anti- deslizantes y disminuir sus estándares higiénicos. Los profesio- nales de la limpieza de todo el mundo tienen sus propios crite- rios sobre la mejor manera de llevar a cabo su tarea, y algunos fabricantes de equipos de limpieza y detergentes afirman tener la respuesta para conseguir un acabado perfecto. Sin embargo, lograr ese resultado no requiere de ningún producto en parti- cular ni de fórmula secreta alguna. Algunas de las recomenda- ciones son las siguientes: 1. Identificar la suciedad La limpieza es mucho más fácil y efectiva si se identifica el tipo de mancha o suciedad que hay en el suelo y se elige el equipo y el detergente adecuados para eliminarla. Para ello se puede analizar si: 1. ¿Es orgánica o inorgánica? 2. ¿Es soluble o insoluble? 3. Si es insoluble, ¿es grasienta o de partículas? Orgánica: hay tres tipos de manchas orgánicas: Materia viva, como bacterias, virus, hongos y protozoos (ani- males diminutos). Esto será más común en áreas donde hay restos de alimentos como cocinas y comedores, o en los baños, vestuarios y salas hospitalarias donde hay desechos biológicos, como grasas del cuerpo, heces, piel y sangre. Materia que formó parte de un ser vivo, como alimentos, serrín y virutas de goma. Materia “artificial”, como fragmentos de plástico, aceite mi- neral, pinturas y colas. Es frecuente en fábricas y talleres, o en lugares donde se realizan obras y reparaciones. Si la suciedad es orgánica es un caldo de cultivo ideal para las bacterias y necesita desinfección o limpieza con vapor. Inorgánica: se trata de manchas producidas por sustancias que no han formado parte de un ser vivo y no contienen car- bono, como pueden ser el vidrio, la sal, el óxido o el polvo de ladrillo. Ya sea orgánica o inorgánica, la suciedad se comporta de una manera determinada al tratar de limpiarla: Soluble: se trata de manchas que se disuelven con agua, como las de azúcar y sal, por lo que suelen producirse en sitios don- de se venden, preparan o consumen alimentos. El detergente La realidad sobre la limpieza de los suelos de seguridad Íñigo Badía Collada Responsable de Altro para el Sur de Europa
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