46 Diciembre 2016 PRL EN la industria del automovil y auxiliar Más información:
[email protected] La experiencia en Bridgestone Bridgestone tiene una larga trayectoria en cuanto a briga- das de emergencia se refiere. En la planta de Burgos, la his- toria se remonta a más de 20 años, y a lo largo de este tiem- po hemos ido desarrollando y perfeccionando nuestra briga- da. Sinceramente estamos orgullosos de este grupo humano, totalmente integrado por voluntarios, que velan por la pre- vención de incendios en nuestra planta. Actualmente compo- nemos esta brigada 120 personas, es decir casi un 10% de la plantilla, distribuidas en 5 turnos (uno por cada turno de tra- bajo) y otro grupo especial orientado a paradas de fábrica, y operaciones especiales de mantenimiento. El proceso de in- greso en la brigada conlleva una aprobación médica y un mí- nimo de 16 horas de formación, tanto en la planta como en un centro especializado. Cada turno está compuesto por 3 secciones, que como an- teriormente comentábamos, y en función del origen de la emergencia, corresponden a los grupos de primera y segun- da intervención, y al grupo de alarma y evacuación. Cada uno de los grupos está dirigido por un jefe de brigada con entre- namiento específico y experiencia demostrada, así como por personal de mantenimiento. Cada uno de los integrantes con- oce perfectamente su función dentro del grupo, gracias a un intenso programa formativo, con periodicidad anual de unas 36 horas de formación por persona, que abarca los siguien- tes temas: Primeros auxilios. Extinción de incendios en establecimientos industriales. Uso de equipos de respiración individual. Rescate en espacios confinados. Actuación ante fugas y derrames. Revisión de protocolos y equipos. Mando y Control en emergencias. Los entrenamientos se realizan tanto en centros especializa- dos como en la propia planta, ya que por un lado es necesario que el participante se entrene en situaciones reales, y por otro que conozca a fondo sus instalaciones y equipos. Prácticamente disponemos del mismo equipamiento que un parque de bomberos, a excepción lógicamente de los vehícu- los, estratégicamente distribuido en los exteriores de la planta de manera que garanticemos que el personal se pueda equi- par en una zona segura, y que accedan al lugar del incidente perfectamente provistos de su indumentaria. El material: man- gueras, extintores, lanzas, bombas de presión y equipo de es- puma, se han montado sobre unos dispositivos móviles, para facilitar su desplazamiento, bien por personas o bien por equi- pos móviles en caso que la distancia lo requiera. Por último, destacar que anualmente se realizan varios si- mulacros totales y parciales, con el apoyo cercano del Parque de Bomberos de Burgos, entrenando todas las circunstancias y horarios posibles, con el fin de que nuestra planta esté pre- parada ante cualquier incidencia. En cuanto al contenido y duración de la formación, debemos basarnos en la identificación y clasificación de las emergencias que conforme al R.D.393/2007 hayamos realizado de nuestras instalaciones. Hemos de contemplar al menos el peligro de in- cendio, fugas o derrames, explosiones o accidentes laborales entre otros y en base a esto planificar una o varias sesiones de formación. Si bien es importante formar a los miembros de la briga- da de emergencia, tanto o más importante es formar al res- to del equipo de emergencia, más aún si son ellos los que fi- nalmente dirigirán y darán órdenes. Por ello debemos inver- tir recursos en que todas aquellas personas con cargos direc- tivos en la planta, conozcan detalladamente que hacer ante una emergencia. Otro aspecto importante a destacar, es que el personal de la brigada debe conocer perfectamente todos y cada uno de los pasos que debe dar ante una emergencia. No hay que olvi- dar que la gran mayoría de las industrias no tienen la capaci- dad suficiente como para disponer de una brigada profesion- al, y que ésta estará compuesta bien por personal designado o bien por personal voluntario. Ni qué decir tiene que cual- quier persona que no realice una actividad de manera rutinar- ia y sistemática no será capaz de realizarla adecuadamente. Y cuando se trata de una emergencia eso son palabras mayores. Por lo tanto, además de entrenar, los protocolos deben ser muy claros y sencillos. ¿Es necesario un equipamiento profesional para una briga- da de emergencias? Sin lugar a dudas la respuesta es un sí ro- tundo. ¿Acaso no dotamos a nuestros trabajadores de los me- jores equipos de protección individual? El equipamiento debe ser lo mejor posible, ya que debemos recordar que no son profesionales y que pueden tener fallos. Debemos disponer de cubre pantalones, chaquetones, verdugos, cascos, guantes, linternas, equipos de respiración y equipos de comunicación profesionales, ya que de su calidad depende la seguridad de nuestro personal.