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117 Agosto 2016 Articulo Tecnico Más información: [email protected] Buen modelo de gestión Un buen modelo de gestión de coordinación de actividades empresariales debe diseñarse para garantizar la seguridad y sa- lud de los trabajadores propios y ajenos. Esto solo se puede conseguir mediante su integración en todos los niveles de la em- presa, obteniendo el compromiso y la participación de todos ellos. La gestión documental, imprescindible para evidenciar el cumplimiento con la legislación, debe com- plementarse con un conjunto de actuacio- nes en campo realizadas por la dirección, los responsables de los proyectos, los técnicos de prevención, los trabajadores y las contra- tas. Entre estas actividades se encuentran las inspecciones de seguridad, auditorías in situ , observaciones preventivas, reuniones de coordinación, información de riesgos, etc., que avalen la información obtenida de manera documental. El análisis de las desviaciones encontradas, la investigación de sus causas, el estableci- miento de medidas para su corrección, la identificación de responsables, el seguimien- to de la ejecución de medidas y la valoración de su eficacia, completarán un proceso de mejora continua. Así, las empresas podrán evolucionar hacia un modelo de integración de la coordinación de actividades empresa- riales en el sistema general de gestión y hacia la consolidación de la cultura preventiva. tienen que acceder a instalaciones de clientes, atienden una gran diversidad de actividades y tienen estructuras complejas a nivel funcional, también tienen dificultades para interpretar y aplicar los supuestos de coordinación que propone el Real Decreto. ¿Cómo afecta esta situación al desarrollo y a la consolidación de la cultura preventiva en las organizaciones? ¿Qué percep- ción pueden tener quienes apostaron por la integración y el trabajo conjunto por el cuidado de la salud de los trabajadores? Los mensajes son contradictorios, la coordinación de activida- des empresariales debe evolucionar del intercambio documen- tal a la verdadera gestión. La implantación de la coordinación de actividades empresa- riales debe iniciarse, al igual que cualquier otro procedimien- to de gestión, con un diagnóstico de la situación, que analice las actividades, los roles de la compañía en materia de coordina- ción de actividades empresariales para cada una ellas (empresa- rio principal, titular, promotor, concurrente...), la normativa apli- cable en cada caso, las contratas habituales, las contratas oca- sionales, la organización productiva, los recursos existentes, el modo de organización, etc. Este análisis solo puede llevarse a cabo de una manera efectiva con la colaboración de todos los implicados como primer paso para la integración del sistema. Asimismo, es de gran ayuda la participación de colaboradores externos que, como Applus+, dispongan de la experiencia ne- cesaria y ayuden a ajustar las obligaciones legales y los objeti- vos a la realidad. Este diagnóstico constituirá la base para la toma de decisio- nes. En esta fase es fundamental el compromiso de la Dirección, responsable de garantizar la disponibilidad de los recursos hu- manos y materiales, para conseguir que el modelo se implante de manera eficaz. La coordinación de actividades empresariales debe evolucionar del intercambio documental a la verdadera gestión

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