formación seguridad laboral 144
112 Diciembre 2015 Articulo Tecnico se ha señalado anteriormente, la dificultad de realizar un mues- treo personal y de discriminar las partículas de fondo de las producidas por el proceso. A esto se añade que dado el increí- ble desarrollo que están teniendo este tipo de materiales, apa- recen continuamente nuevos nanomateriales con propiedades toxicológicas desconocidas. Por ello, el uso de metodologías de “control banding” CB o metodologías simplificadas de evaluación puede ser adecuado. Las primeras metodologías de CB fueron aplicadas en el campo de la higiene industrial en la industria farmacéutica y microbio- lógica [9], dado que en ella se desarrollaban productos nuevos de los que no se tenía suficiente información toxicológica y de los cuales muchos nunca iban a salir al mercado. El CB permite tomar decisiones sobre los niveles de control sin disponer de una información completa sobre el riesgo y la exposición [10]. Por ello, podría suponer una herramienta adecuada para el con- trol de la exposición a nanopartículas. Por ello, es necesario planificar una estrategia de muestreo adecuada, dada la variación espacio – temporal de la concentra- ción y la distribución por tamaño de partícula [7] para poder re- lacionar el muestreo estático con la concentración personal. Los informes técnicos ISO TR 27628 [2] y UNE EN ISO TR 12885 [8] resumen los principales métodos para el muestreo de nanopartículas dividiendo los equipos en tres categorías depen- diendo de la información que proporcionan: : Masa. : Número. : Área superficial. La tabla 2 [11] resume las propiedades de los equipos actual- mente disponibles y el tipo de información suministrada. El equipo más utilizado para detectar nanopartículas es el CPC ( Condensation Particle Counter ), que se fundamenta en la detección de las nanopartículas, cuyo tamaño se ha incrementa- do por condensación de un vapor sobre la misma hasta hacerla detectable por el con- tador óptico. Estos equipos ya están dispo- nibles en el mercado con un pequeño ta- maño y portátil. Otros equipos también muy utilizados y más versátiles, ya que se puede obtener a partir de ellos datos de número, masa y área superficial si se tiene conocimien- to del tipo de aerosol (densidad, forma de las partículas etc.) son los SMPS ( Scanning Mobility Particle Sizer ), que pueden dar dis- tribuciones de tamaño de partícula entre 3 y 800 nm, y los ELPI ( Electrometer Low Pressure Impactors ) son capaces de pro- porcionar, mediante un software , distribu- ción por tamaño de partícula y concen- tración en el rango entre los 7 nm y las 10 micras. Control de la exposición El control de la exposición a nanopartícu- las es uno de los retos a los que se enfren- tan actualmente los higienistas. Dada la fal- ta de conocimiento sobre datos toxicológi- cos, estudios epidemiológicos y valores de concentración ambiental (ya sea en masa, número o área superficial). Otro problema a la hora de controlar la exposición es que no es posible, en gene- ral, realizar una evaluación cuantitativa del riesgo, ya que no se ha establecido un índi- ce de exposición (en número, masa o su- perficie activa) para nanopartículas. Todos los métodos de medida presentan incon- venientes considerables, entre ellos, como Tabla 2. Instrumentos y técnicas de medida para determinación de aerosoles.
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