seguridad-laboral 142
98 Agosto 2015 Articulo Tecnico experiencia, lo que facilitará la comprensión, motivación y participación. Metodología participativa: La parte expositiva se desarrollará, en la medida de lo posible, con técnicas participativas para: Recoger las experiencias de los alumnos. Resumir dichas experiencias. Esto será la base para la exposición de los conceptos, facili- tando su comprensión y la motivación de los alumnos. Para ello se utilizarán técnicas de preguntas abiertas, preguntas cerradas, trabajos en pequeño y en gran grupo, en sus diferentes moda- lidades. Todo ello irá acompañado del trabajo personal de cada participante, centrado especialmente en la lectura y compren- sión de la documentación del curso, haciendo hincapié en los aspectos legales, cuando sea necesario, sustentándose en la rea- lización de prácticas, que se llevarán a cabo en la modalidad in- dividual o en grupo, durante la o las jornadas de los cursos. Una vez finalizada la práctica, se realizará una pequeña evaluación, en un primer momento con el alumno o grupo que haya reali- zado la práctica y, posteriormente, con el gran grupo, utilizando la técnica del feedback . El objetivo de esta evaluación es valorar en qué medida se han alcanzado los objetivos de la práctica. La participación del gran grupo es muy útil para afianzar el aprendizaje colectivo. La evaluación del alumno, en la mayoría de los casos, será continua y cualitativa, a partir de su participación en los trabajos de gru- po, en los debates o en las preguntas planteadas. En todo caso, el profesor valorará el nivel de conocimiento adquirido, la habilidad para la realización de supuestos prácticos y la aptitud frente al aprendizaje y la participación. Por todo ello, los formadores en materia de prevención no debemos olvidar estos métodos básicos, para conseguir los re- sultados buscados y para que, de una vez por todas, se haga de la formación uno de los pilares fundamentales para trabajar la concienciación y sensibilización de los trabajadores, a los que, no se nos olvide, va dirigida, no sólo por hacer cumplir trámites burocráticos, como alguno todavía piensa, si no que, de verdad, la formación en prevención sea eficiente y adecuada a cada puesto de trabajo. Como síntesis final, debemos dar continuidad a la apuesta de futuro por una formación a demanda, des- de la innovación de la formación, pero, sobre todo, des- de el sector de construcción y, más en concreto, des- de el mundo de la prevención. Se debe continuar apos- tando por la formación de todos sus profesionales como estrategia cualitativa de mejora continua del sector, con el objetivo de que la formación que se imparta sea una formación real y práctica, para que, en los tiempos que corren, la siniestralidad laboral no sea noticia diaria en nuestras obras y sí la profesionalidad de los que trabaja- mos en ella. la obra. Por todo ello nos encontramos con un gran número de trabajadores sin formación en la profesión que desempeñan. Es un sector que se caracteriza por el empleo de un considerable número de trabajadores no cualificados, que en muchas oca- siones provienen de otros países (inmigrantes) con costumbres y procedimientos diferentes a los marcados por normativas vi- gentes. Otra de las peculiaridades del sector es la movilidad del trabajo, como consecuencia de la inevitable temporalidad de la realización de las obras, que además se le suma al tiempo de trabajo en cada jornada (mínimo 40 horas semanales), a destajo en la gran mayoría de las ocasiones. En ocasiones, por esta ca- racterística ineludible del sector, “que las obras hay que hacer- las donde hay que hacerlas”, los trabajadores se ven obligados a recorrer grandes distancias kilométricas diarias, teniendo que realizar “verdaderos madrugones” todos los días antes de em- pezar a trabajar y volver a casa después de horas al volante. Por todas estas peculiaridades, la prevención de riesgos laborales es de vital importancia para este sector. Esto está reflejado en los altos índices de siniestralidad laboral, con elevados índices de in- cidencia (el 20 por ciento de los trabajadores manifiesta haber tenido algún accidente de trabajo en los últimos doce meses). Metodología Con estas características tan importantes en el perfil de los destinatarios a los que nuestros formadores se van a dirigir para conseguir su objetivo de una mayor calidad en la formación a impartir, nos debemos basar en una formación en la que, en cada sesión formativa, la metodología utilizada fuese: Metodología inductiva: El profesor se esforzará para exponer la parte teórica del curso, partiendo desde la experiencia de los alumnos y apoyado, fundamentalmente, en las prácticas a realizar, de tal modo que aquella responda a las preguntas básicas de qué, por qué, para qué, cómo y cuándo. Es importante que los alumnos comprendan y reflexionen sobre los diversos conocimientos impartidos en el curso a partir de su propia
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