formacion seguridad laboral 141

prl en castilla la mancha y castilla y leon 89 Junio 2015 la emergencia. Se debe, por tanto, trabajar e incidir en una mejor “coordinación preventiva”, ya que la coordinación ejecutiva debe quedar expresada claramente en el propio plan que se activa. El conocimiento de los bomberos, principal grupo de interven- ción, a través del servicio de protección civil provincial o munici- pal, del plan de autoprotección, es la mejor forma de coordina- ción, constando en el propio plan la recepción de los equipos de bomberos y su guía ante el lugar concreto donde se ha produci- do la situación catastrófica. Relación fluida con todos los estamentos La colaboración con los planes y las actuaciones del sistema pú- blico de protección civil debe tratar de sentar las bases para que los responsables de emergencias del establecimiento mantengan una relación fluida con todos los estamentos relacionados con la emergencia en la localidad o zona, con la finalidad de garantizar la plena efectividad de sus actuaciones conjuntas en caso de que el establecimiento se vea involucrado en una situación de grave riesgo o catástrofe. Esta colaboración debe perseguir disponer de un programa de actuación que asegure la interfaz entre los medios y elementos de autoprotección del establecimiento ante cualquier catástro- fe interna, y que los servicios de protección civil, de extinción de incendios y salvamento, apoyándose en actividades cíclicas (char- las, conferencias, visitas a las instalaciones, simulacros conjuntos, etc.), mejoren la coordinación. Es la realización de los simulacros, con la implicación de bom- beros, protección civil y servicios médicos, la que pone en eviden- cia la problemática de la actuación en estos centros de trabajo. Problema de comunicación En un primer lugar, nos encontramos con un problema de comu- nicación. Los parques son, en la mayoría de las ocasiones, muy extensos, lo que dificulta tanto la comunicación interna, bien sea por intercomunicadores o walkie-talkies, o por teléfonos móvi- les, como la comunicación externa a través de estos últimos. No en todos los parques y no en todas las zonas de los mismos exis- te una buena cobertura telefónica y no siempre es la misma para las distintas compañías telefónicas. Con esto nos encontramos que, ante una situación de emergencia, es posible que no poda- mos dar un aviso (primer paso de la actuación) desde el lugar que se inicia el conato o se detecta dicha emergencia. Determina- dos escenarios podrán permitirnos el desplazamiento a una zona con cobertura o al centro de control del parque, donde habitual- mente existe una línea de teléfono fijo activa, pero en el caso de un accidente, donde un herido no se pueda mover, la situación se complica, pues el trabajador accidentado no debería quedar abandonado por el compañero. Recordemos que en los parques, habitualmente, se trabaja por parejas, y éstas suelen estar separa- das unas de las otras por kilómetros o cientos de metros. Acceso al parque Otro problema que se encuentran los equipos de rescate al acu- dir al parque es el acceso al mismo, por la dificultad de localizar el lugar donde se debe actuar, sean edificios o aerogeneradores. Una deficiente información al llamar al 112 y una mala identifica- ción de las instalaciones son, en la mayor parte de los casos, el origen de esta contrariedad. A ello se le une que tampoco he de- tectado que las brigadas de Bomberos, la ambulancia, etc. lleven consigo copia del plan de autoprotección o información y datos de la instalación a la que acuden. Rescate del herido Pero el problema más importante se manifiesta en situaciones muy concretas realizadas en varios simulacros y consiste en el rescate de un herido que no puede evacuar por sus propios me- dios, dentro de la “nacelle”, la parte más alta y de más difícil acce- so del aerogenerador. La verdadera dificultad radica en que debe establecerse un sistema de posicionamiento de cuerdas para el descenso del herido desde la trampilla de evacuación, y la mayo- ría de los aerogeneradores no disponen de los dispositivos de en- ganche adecuados. Los componentes de las brigadas de Bombe- ros, pese a estar perfectamente entrenados y preparados, si no han acudido con anterioridad a este tipo de instalaciones o má- quinas, desconocen el interior de las mismas y su distribución, con un espacio de movimiento y actuación tremendamente reducido, pudiendo necesitar incluso horas en el rescate. Principalmente, si el equipo de ayuda externa no conoce la insta- lación donde actuar, se retrasará la intervención y la resolución de Rescate desde la trampilla de evacuación de la Nacelle. Rescate desde la trampilla de evacuación.

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