formacion de seguridad laboral 140

46 Abril 2015 Prevencion en Altura y Construccion quiere un grupo de rescate en campo, a 24 horas, con equipa- miento de última generación y listo para actuar en la situación más compleja, nuestros técnicos de rescate estarán allí con sus bonitas indumentarias y costosos equipos, descuide. Pero, eso sí, con una sonrisa, muchas ganas de colaborar y sin gafas de cristales oscuros espejados; dejemos eso para las películas de Hollywood. Por último, tras la parada, toca revisar los trabajos y analizar qué se pudo hacer mejor. Un caso de éxito: Grupo Gas Natural Fenosa Durante el periodo 2013-2014, LLV aplicó, entre muchos otros clientes, este proceso en las centrales térmicas de ciclo com- binado de Gas Natural Fenosa ubicadas en Málaga, Palos de la Frontera (Huelva), Aceca (Toledo) y Cartagena (Murcia). El proyecto supuso mejoras en las instalaciones existentes desde el punto de vista de la seguridad y la evacuación de personas, dotación para las centrales de materiales específicos de resca- te y elaboración de procedimientos de evacuación y rescate de zonas de difícil acceso para cada central y cada instalación con- creta, que pueden ser aplicados realmente por su personal pro- pio. Más de trescientas horas de formación especializada a los grupos de primera intervención y ejecución de simulacros de emergencia. Hoy están mejor preparados que ayer ante una emergencia. Conclusiones La limitación de personal y presupuesto en las plantas indus- triales, especialmente en los actuales tiempos de crisis, obliga a un mayor esfuerzo de análisis de las situaciones de emergencia para, con medios más limitados, ser capaz de hacer incluso más que antes en los momentos más críticos, como las paradas. El apoyo que una empresa especializada como La Línea Vertical puede brindarle antes, durante y después de la parada, permite tanto a grandes fábricas, como a pequeñas plantas, mejorar el cumplimiento legal y disponer de los medios adecuados en los momentos más críticos, respondiendo ante cualquier emergen- cia de una manera aún más coordinada y efectiva, y así salvar, si se diese el caso, la vida de una persona. Fase I: Estudio de las instalaciones y necesidades del cliente Ningún proyecto es igual a otro, ninguna planta se parece de- masiado a otra, la misma instalación puede cambiar de una pa- rada a la siguiente. Las fábricas evolucionan, los servicios de pre- vención propios también y, por tanto, las necesidades en cada caso pueden ser, muy probablemente, distintas. LLV realiza las visitas técnicas necesarias, estudia el plan de parada, recopila planos, analiza in situ los equipos, los medios de rescate y eva- cuación existentes, las zonas de las maniobras más complejas, el plan de emergencia… y se hace la pregunta: “¿en qué podemos apoyarles?”. Es habitual la existencia de determinados supues- tos en los que los medios, hasta ese momento considerados para rescate, podrían llegar a ser insuficientes o estar sujetos a fallos por corte de corriente eléctrica o por mal funcionamien- to de estos, equipamientos no modernizados, etc. En resumen, casi siempre hay margen de mejora y hay que trabajarlo antes de llegar a la parada. Fase II: Elaboración de propuestas Analizado cada proyecto con los datos recopilados y reuniones con los implicados, las líneas de trabajo y colaboración son múl- tiples. LLV emite un informe con las propuestas y líneas de me- jora, valoradas y muy concretas, listo para ponerse en marcha: desde el simple suministro de material de apoyo al rescate con los últimos avances, a ciclos de formación específica en rescate de los grupos de primera intervención, sugerencia de modifica- ciones de las instalaciones existentes para mejorar la actuación en caso de rescate, creación de procedimientos de rescate es- pecíficos para cada zona… Fase III: Plan de implantación Manos a la obra. Del abanico de mejoras planteadas y con crite- rios de máxima eficien- cia con el menor coste posible, el cliente deci- de el camino a seguir para una mejor res- puesta a las emergen- cias en la parada. Ci- clos de formación, ad- quisición de material, actualización del plan de emergencia con nuevos procedimien- tos… No hay tiem- po que perder, la pa- rada se acerca. Y si fi- nalmente, además de todo lo anterior, re-

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