formacion de seguridad laboral 140

109 Abril 2015 Articulo Tecnico En los últimos meses, debido a la crisis del ébola, el sector de los EPI (equipos de protección individual) ha sido protagonista en todos los debates. En algunos casos, la seguridad y función de los equipos ha sido puesta en entredicho, pero lo cierto es que los EPI están diseñados para funcionar con éxito como ba- rrera de seguridad frente a uno o varios riesgos a los que pueda estar expuesto el usuario y que amenacen su seguridad y su sa- lud. No obstante, es igual de importante subrayar que no todos los EPI son válidos y adecuados frente a todas las circunstancias o riesgos. Y he aquí donde entra en juego uno de los factores clave de la seguridad y la prevención: la correcta selección del EPI a emplear . El primer paso para ello es realizar –por parte de los preven- cionistas/técnicos superiores de prevención– una evaluación es- pecífica de los riesgos del puesto de trabajo. Es esencial, ade- más, conocer en profundidad el sector y los riesgos asociados a cada tarea a desarrollar y disponer de cualificación suficiente en materia de seguridad laboral y conocimiento de los equipos de protección disponibles. Las normativas españolas y europeas vigentes –cada vez más exigentes y avanzadas– son esencia- les como información sobre el EPI adecuado para cada necesi- dad de protección. Y sólo así, por supuesto, se conseguirá mi- nimizar los riesgos y garantizar el nivel deseado de seguridad del usuario. Tras la exhaustiva evaluación de riesgos que defina el nivel de estos y las medidas de protección tanto generales como indivi- duales a tomar, los expertos son los encargados de seleccionar el equipo apropiado para su labor. Es importante seleccionar el equipo adecuado, sin ahorrar costes, pero sin buscar una pro- tección mayor. Por último, hay que asegurarse de que el EPI está certificado y cumple con las normas y requisitos exigibles, sien- do suministrado por un distribuidor profesional y reconocido. Directiva 89/686/CEE En este sentido, según la Directiva 89/686/CEE, los EPI cuentan con diferentes categorías que van desde la I a la III en función de los riesgos para los que el equipo esté destinado, siendo la Ca- tegoría I para riesgos menores; en el caso de la Categoría III, su falta de uso puede acarrear accidentes mortales o con lesiones irreversibles. El proceso de selección del EPI vendrá influencia- do, entre otros factores, por dicha escala, así como por todos los controles normativos y técnicos que los fabricantes (y de- más empresas de la cadena de valor) están obligados a superar. En definitiva, sólo siendo absolutamente meticulosos en cada uno de estos pasos y procesos, el EPI seleccionado será el más adecuado para cada circunstancia y, por tanto, ofrecerá el nivel de protección para el que ha sido creado y ensayado. El punto final definitivo para la seguridad es la utilización correcta del EPI –establecida en el RD 773/1997– para la que cada trabajador debe estar formado e informado por el empresario. En seguridad y prevención la selección correcta del EPI es esencial Manuel Martínez Director general de Deinsa Es importante seleccionar el equipo adecuado, sin ahorrar costes, pero sin buscar una protección mayor

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