formación seguridad laboral 139
26 Febrero 2015 Seguridad en catastrofes y emergencias sentido, además, un uso racional de las sirenas, cuando real- mente hacen falta y no abusar de ellas, no sólo evitara un es- trés innecesario en la persona trasladada, sino que nuestros tímpanos sufrirán menos; años de oír la sirena pueden llegar a provocarnos problemas de audición serios. Riesgos relacionados con la presión social y el riesgo real a ser agredidos Los profesionales que trabajan en hospitales o ambulatorios se mueven en un ambiente predecible, bastante seguro, con el apoyo de otros compañeros y hasta seguridad privada en algunos casos. Pero en la emergencia extrahospitalaria, cuan- do una unidad recibe un aviso, tiene muy poca información de lo que ha ocurrido. La situación se habrá producido fuera de esos entornos hospitalarios, es decir, en el trabajo, en la ca- lle o en domicilios de las víctimas o demandantes del servi- cio, lugares impredecibles y, a veces, de gran riesgo. Por ejem- plo, una situación aparentemente inocua como la de socorrer a una mujer que se ha caído de lo alto de una silla, puede en- trañar un gran riesgo si prejuzgamos la situación como de poca importancia y lo que se ha producido en realidad es un inten- to de suicidio –a esto se le denomina “intento de suicidio con medios insuficientes” –, pero hay un ánimo de quitarse de la vida. Y aún puede contener mucho más peligro si ese intento de autolesionarse se produce por una violencia de género y el agresor se encuentra por las inmediaciones. Incluso situaciones infinitamente menos extremas pueden conllevar riesgo el cual proviene, en ocasiones, de los familia- res y acompañantes de la persona que tiene que ser atendi- da por nosotros. En efecto, estas personas que, o bien simple- mente tienen una idea, la inmensa mayoría de las veces equi- vocada de los procedimientos útiles y eficaces en la interven- ción sanitaria, idea que han aprendido del cine y la televisión, o bien cuya conducta en ese momento está fuertemente modi- ficada por el consumo de alcohol, u otras sustancias, pueden lle- gar a ponerse realmente impertinentes y hasta violentos. A esto le podemos sumar que mucha gente en este país piensa que la sanidad es un derecho que se exige a la carta. Una actitud siempre de autoprotección y un uso adecuado de las habilidades sociales nos evitarán algún que otro disgus- to. Lo miremos como lo miremos, el responder emocionalmen- te, o de forma inadecuada en el momento, aunque posiblemen- te desde nuestro punto de vista esté justificada, y nos sobre razón, solo puede darnos problemas, mucho más aún cuando esas personas saben que nosotros estamos trabajando y que en un enfrentamiento tenemos mucho más que perder que ellos. No nos compliquemos: a la más mínima duda pidamos a nues- tra central de comunicaciones la intervención de la policía aun- que sea de forma preventiva. Riesgos relacionados con el estrés del interviniente Además del estrés que te produce el ir de un lado para otro en- tre el tráfico en una emergencia, es innegable que muchas ve- ces vemos situaciones muy fuertes. La identificación con las víc- timas o sus familiares, el querer ayudar más de lo que en reali- dad es posible, o simplemente el ser conscientes de que hay un mundo real, muchas veces injusto, pueden ir minándonos y haciéndonos cada vez menos grato nuestro trabajo e incluso llevándonos a caer en una depresión. El “burnout”, el famoso síndrome del desgaste pro- fesional, nos acecha. Es más: los profesionales sani- tarios vamos a la cabeza en riesgo de sentimientos de impotencia, ineficacia, escepticismo y agotamien- to mental. Cuando detectemos que lo que antes nos era muy grato en nuestro trabajo empieza a no serlo, que te- nemos sentimientos de desgana unidos a dolores psi- cosomáticos, –por ejemplo dolores de cabeza, mus- culares, trastornos digestivos, etc.– lo mejor es solici- tar la opinión de un experto, ya sea la de nuestro mé- dico habitual o la del psicólogo de la organización en el caso de tenerlo. Este es un problema que de surgir empeora en el tiempo, no se supera con vacaciones o con descan- so: es necesario buscar ayuda para afrontarlo, y cuan- to antes se haga, mejor pronóstico. Un uso racional de las sirenas no sólo evitará un estrés innecesario en la persona trasladada, sino que nuestros tímpanos sufrirán menos
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