La actividad del transporte en la última milla o “courier” no es una actividad con una especial incidencia de accidentes en relación con el transporte de mercancías peligrosas en comparación con el resto del sector, si bien no se disponen de estadísticas propias del sector que permitan conocer en detalle dónde y cómo se están produciendo los accidentes.
La actividad del transporte en el sector “courier”, incluyendo mercancías peligrosas, se ha visto incrementada año tras año desde la crisis del COVID-19 debido principalmente al aumento de las ventas por Internet con la subida de la demanda de equipos y aparatos electrónicos conteniendo baterías de litio (Clase 9) y debido a la escasez inicial de desinfectantes, que dio lugar a su vez a un incremento de los envíos conteniendo geles hidroalcohólicos (líquidos inflamables de Clase 3), artículos de perfumería y sustancias corrosivas (Clase 8).
Fórmula de multimodalidad
Según el ADR 2023 -actualmente en vigor- las empresas de “courier” suelen transitar las mercancías peligrosas bajo la fórmula de multimodalidad del 1.1.4.2 (aéreo-terrestre o marítimo-terrestre) en las cuales el peso del transporte terrestre se ve incrementado a su vez por el aumento de la demanda de los productos anteriormente mencionados. El transporte de mercancías peligrosas se hace conforme a las exenciones parciales del ADR (1.1.3.6) que implica que las cantidades que se transportan sean limitadas, con las excepciones que requieren un transporte especial dedicado para radiactivos (Clase 7) y explosivos en general (Clase 1 y sus divisiones) debido a las restricciones particulares del transporte de materiales radiactivos y al reglamento de armas y explosivos.
Los riesgos principales que aparecen en la actividad del transporte de mercancías peligrosas por los “courier”, tanto en las recogidas como en las entregas de la paquetería, no son debidos a las cantidades que se manejan (muy pequeñas), sino a la preparación del envío por parte del expedidor y a su manipulación durante el tránsito, ya que pueden dar lugar a derrames o fugas que, a su vez, pueden generar otros riesgos derivados como: intoxicaciones, fuego, contactos con sustancias corrosivas, etc.
Prevención de riesgos
La prevención de riesgos en la preparación de los envíos se basa principalmente en eliminarlos o minimizarlos, siempre y cuando el expedidor de la mercancía cumpla con las condiciones establecidas en las distintas instrucciones de embalaje en función del tipo de mercancía transportada. La configuración de los embalajes incluye las medidas de seguridad necesarias para evitar y/o limitar el riesgo de vertidos, mediante el grado de exigencia basado en pruebas de homologación específicas de los embalajes de mercancías peligrosas.
Normas de seguridad
La normativa ADR, además de la normativa local de cada país, establece normas de seguridad para el transporte de mercancía peligrosa, entre las que se encuentran:
- Información: obligatoriedad de proporcionar instrucciones escritas (5.4.3) para el caso de emergencia, según un modelo estándar, que debe estar en todo momento al alcance de la tripulación y deben estar redactadas en un idioma que sea comprensible para la tripulación.
- Formación (8.2.3): formación básica (temario recogido dentro del 8.2.2.3.2). Dada la subcontratación existente en el sector, esto implica que se debe incluir la obligatoriedad de exigencia y responsabilidad in vigilando por parte de la empresa de transporte a las empresas subcontratistas bajo marco contractual.
- Extintores portátiles a bordo (8.1.4.2): polvo polivalente ABC de 2 kg mínimo o capacidad equivalente para cualquier otro tipo de agente extintor adecuado. En este punto, y debido a los nuevos riesgos introducidos por el transporte de equipos y baterías de litio, así como el incremento en volumen de los mismos, existen nuevos riesgos derivados de dichas tecnologías que hay que tener en cuenta, dado que no existen en el mercado actualmente agentes extintores con la suficiente eficacia probada para combatir los fuegos debidos a dichas baterías. Desgraciadamente, en este caso, la tecnología va muy por delante de las medidas preventivas.
- Prohibición de apertura de bultos que contengan mercancías peligrosas por parte de la tripulación (8.3.3).
- Linternas portátiles (8.3.4) sin superficies de metal que puedan provocar chispas.
- Prohibición de fumar (8.3.5) durante las operativas de manipulación de la carga, en las proximidades de los vehículos y dentro de los mismo, incluyendo el uso de cigarrillos electrónicos o dispositivos similares.
- Reglas de segregación (7.5.2.1): segregación de sustancias incompatibles conforme a sus etiquetas de peligro en la tabla presente en dicha sección, a menos que la carga en común se permita.
- Manipulación y estiba (7.5.7 y norma EN 12195-1:2010): los bultos y artículos no embalados que contengan mercancías peligrosas, deberán asegurarse por medios adecuados que sean capaces de evitar movimientos de los mismos.
- Vertidos: medios específicos como kit de vertidos, bolsas de retención, etc., y sobre todo la formación de los miembros de la tripulación a la hora de intervenir en caso de emergencia.
