La Nota Técnica de Prevención (NTP) 1084 del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo está dedicada a la prevención de accidentes laborales por caída de rayos. Esta guía de buenas prácticas describe el fenómeno de los rayos, los riesgos que causa a los trabajadores y bienes, y las medidas de prevención y protección. Aplicaciones Tecnológicas S.A. ha colaborado con el Ministerio en la elaboración de esta NTP. En este artículo la comentaremos en detalle, centrándonos especialmente en los riesgos que suponen los rayos para los trabajadores y las medidas recomendadas para minimizar riesgos.
Los principales riesgos derivados de las tormentas eléctricas son el choque eléctrico por impacto directo sobre los trabajadores en el exterior, el choque eléctrico por impacto de un rayo y descarga a través de una estructura o línea de servicio, daños diversos en estructuras no protegidas con trabajadores en el interior, e incendio y/o explosión por la presencia de atmósferas o materiales inflamables, explosivos o tóxicos. Cuando los incendios ocurran en espacios con elevada ocupación de personas, podrían provocar situaciones de pánico y posibles avalanchas.
Las medidas de protección contra el rayo pueden clasificarse en permanentes o temporales. Las permanentes, como los pararrayos y protectores contra sobretensiones, se instalan en las estructuras y los equipos, mientras que las temporales se adoptan cuando un sistema de detección de tormentas avisa de riesgo de impacto de rayo. Cuando el riesgo desaparece, las medidas temporales se desactivan. Las medidas temporales complementan a las permanentes, pero no las sustituyen, aunque existen casos donde no es posible instalar la protección permanente siendo las medidas preventivas la única opción para minimizar riesgos.
Protección externa
Los pararrayos tienen como objetivo interceptar el rayo para conducir la corriente de forma segura a tierra. Un sistema externo de protección contra el rayo incluye un sistema de captación del rayo, un sistema de bajada para conducir la corriente del rayo a tierra y un sistema de toma de tierra que disperse la corriente en tierra. Además, se deben realizar conexiones equipotenciales que eviten las chispas peligrosas en la estructura protegida.
Actualmente existen dos tipos de pararrayos reconocidos por la normativa: las puntas Franklin y los pararrayos con dispositivo de cebado (PDC). Las puntas Franklin se instalan generalmente con otros conductores horizontales o mallados para formar el sistema captador. Los PDC se caracterizan por emitir un trazador ascendente para interceptar el líder descendente del rayo antes que el resto de elementos circundantes. De esta forma, aumentan el radio de protección cubierto por una punta Franklin e incluso pueden proteger zonas exteriores abiertas.
Se recomienda que los PDC dispongan de un sistema de verificación in situ para comprobar su correcto funcionamiento en cualquier momento. Por eso, DAT CONTROLER® REMOTE de Aplicaciones Tecnológicas S.A. dispone de autodiagnóstico del cabezal que, mediante tecnología IoT (Internet of Things) envía el resultado del test al usuario. Así, no solo se tiene monitorizado el elemento de captación, sino que se ahorra tiempo y costes de mantenimiento de la instalación.
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