Importancia económica del mantenimiento de vehículos. En el año 2011 la población mundial de automóviles se elevaba a 1.000 millones de unidades en circulación, en el 2015 a 1200 millones, y se estima que en 2035 se alcancen los 2000 millones de unidades, de los cuales un 2,5% son vehículos eléctricos (batería, híbrida o pila de combustible).
Debido a esta elevada cifra, el mantenimiento de vehículos es una de las actividades más extendidas a lo largo del planeta. Sin embargo, los problemas de seguridad y salud laboral de los trabajadores ligados a este sector no han sido suficientemente estudiados. Las cifras de siniestralidad del sector revelan que el número de accidentes y enfermedades profesionales por trabajador (3,9%) es más elevado que el de otros sectores, que a priori se podrían considerar como más peligrosos, como pueden ser las actividades auxiliares de la minería, (2,3%) o la industria química (2,4%) (Bureau of Labor and Statistics, 2011).
Subsectores del vehículo eléctrico
Dentro del sector de la automoción podemos diferenciar claramente tres subsectores: el subsector manufacturero dedicado a la fabricación de vehículos nuevos, el subsector de mantenimiento de vehículos en circulación formado mayoritariamente por talleres, y por el último, el subsector de tratamiento autorizado de vehículos fuera de circulación como son los desguaces y similares.
En el año 2011 la población mundial de automóviles se elevaba a 1.000 millones de unidades en circulación, en el 2015 a 1200 millones, y se estima que en 2035 se alcancen los 2000 millones de unidades, de los cuales un 2,5% son vehículos eléctricos
En torno al subsector de la fabricación y ensamblaje de automóviles, son numerosos los estudios que abordan diversos riesgos laborales asociados a las tareas típicas dentro de este tipo de industria. De entre ellos destacan los que analizaron los riesgos ergonómicos y los posibles trastornos musculoesqueléticos asociados (Wang et al 2012; Hussain, 2004; Punnet, 1998), la propuesta de mejoras preventivas a nivel corporativo para mejorar las condiciones ergonómicas de los trabajadores afectados (Joseph, 2003; Berlin, 2009) o los que estudiaron riesgos higiénicos, como son el exceso de exposición a ruidos (Kalantary et al 2015; Warner et al 1998), o la exposición a humos de soldadura (Hairiri et al 2012). A pesar de los riesgos citados, la implantación de una adecuada gestión de la prevención en este subsector suele ser viable, y estar correctamente implementada puesto que por lo general, las empresas de gran tamaño, como son este tipo de industrias, suelen disponer de recursos suficientes para gestionar la prevención tales como personal especializado, y de partidas presupuestarias específicas dentro de sus recursos programados. Cabe destacar también el entorno fijo y controlado de producción que hace que las medidas preventivas sean más sencillas y sistemáticas en comparación con sectores cuyo lugar de trabajo es cambiante, como suele ser el sector de la construcción.
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