El sector eólico se caracteriza por ser uno de los sectores industriales más seguros donde trabajar. Los índices de siniestralidad han ido reduciéndose significativamente año tras año hasta conseguir una madurez que permiten confirmar que el objetivo de Cero accidentes no es un simple slogan empresarial sino una realidad tangible y alcanzable.
Alcanzar este nivel ha sido fruto del esfuerzo y la dedicación de todos los actores que intervienen en la operación y gestión del sector renovable. Podría destacar algunos factores clave que han contribuido a este éxito; la profesionalización de los técnicos y operarios, el desarrollo técnico y normativo en materia de prevención y, por supuesto, el cambio cultural en materia de seguridad industrial.
Siendo así, se hace fundamental una gestión preventiva integral de una de las fases más críticas o de mayor exposición al riesgo durante el ciclo de vida de un parque eólico, como son las paradas de mantenimiento para grandes correctivos.
Las tareas de mantenimiento correctivo de aerogeneradores pueden diferenciarse en el pequeño correctivo; con la ejecución de actividades de reparación de pequeñas averías y cambios de componentes pequeños, y el gran correctivo; en el que se llevan a cabo actividades de mayor envergadura como; cambios de rotor, generador, multiplicadora, corona, nacelle, palas y tramos entre otros.
Son estos grandes correctivos los que aglutinan un mayor número de variables que hacen que estas actividades sean de mayor riesgo y por tanto precisen de una buena gestión preventiva. Podríamos destacar variables como; número de recursos, maquinaria pesada, materiales, componentes, condiciones climáticas adversas, localización de los aerogeneradores y riesgos directos asociados a la tarea como trabajos en altura, espacios confinados, izado de cargas, etc.
La palabra clave para poder abordar una gestión preventiva eficaz debe ser la planificación. Es curioso que ésta sea una pieza fundamental cuando a su vez las tareas correctivas se caracterizan por su difícil programación sujeta a la emergencia y a las condiciones de bajo recurso eólico.
Una buena planificación pasa por una correcta definición y gestión del proceso operativo. Para poder entender mejor esta labor, podríamos dividir el proceso en tres grupos;
1- Gestión documental.
2- Gestión del personal y de los equipos.
3- Gestión de la actividad.
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