En este artículo se pretende hacer una aproximación y una breve reflexión acerca de algunos aspectos a considerar sobre la formación en este sector.
La Fundación Laboral de la Construcción, organización paritaria sectorial (creada por patronal -CNC- y sindicatos -CCOO del Hábitat y UGT FICA-) que en estos días ha cumplido sus treinta años de actividad, tiene como fines fundacionales la mejora de las condiciones de seguridad y salud, el fomento de formación profesional y el fomento del empleo.
Teniendo en cuenta estos fines, desde la FLC se realiza un importante esfuerzo para confeccionar una oferta formativa que pone el foco en las necesidades reales del sector, integrando la seguridad y la salud laboral en todos los programas formativos.
Como muestra de la actividad formativa desarrollada, en el año 2021 se impartieron 10.880 cursos, en los que participaron 88.066 personas. Aun teniendo en cuenta que los aspectos relativos a seguridad y salud están presentes en toda la formación de la Fundación Laboral, casi 60.000 personas asistieron a cursos cuya temática específica era prevención de riesgos laborales.
La entidad paritaria también ofrece más de 50 cursos online gratuitos, de corta duración, con temáticas diversas, como seguridad laboral, innovación, técnicas constructivas, buenas prácticas en construcción y metodología Building Information Modeling (BIM), entre las más destacadas.
En cuanto a formación reglada, en 2021 se llevaron a cabo 46 cursos, con programas eminentemente prácticos con los que se logró una gran empleabilidad del alumnado.
Recursos de apoyo a la formación preventiva
La FLC cuenta con más de 50 Centros de Formación repartidos por las diferentes comunidades autónomas, con 23 Centros de Prácticas Preventivas (CPP) y con 21 salas de Equipos de Protección Individual (EPI).
Los Centros de Prácticas Preventivas son estructuras de edificación en las que los/as alumnos/as pueden conocer los riesgos y medidas preventivas en un entorno real controlado. Suponen un apoyo a la formación y un complemento fundamental utilizable, no solo en los cursos de seguridad, sino también en la formación de oficios o en formación profesional, permitiendo integrar aspectos esenciales en materia preventiva.
Están equipados con diferentes sistemas de protección de borde, sistemas anticaídas, andamios tubulares, equipos para trabajos en altura, plataformas de descarga de material y, en algún caso, espacios confinados y protección para excavaciones.
En cuanto a las salas EPI, son espacios donde los asistentes pueden familiarizarse con la utilización de equipos de protección individuales y con las condiciones para su adecuado mantenimiento.
Otro de los recursos para la formación son los diferentes tipos de simuladores, entre ellos destacan los de maquinaria, que permiten a los/as profesionales aprender en un entorno virtual.
Además, la FLC ofrece a formadores/as y alumnos/as un importante catálogo de material didáctico, aplicaciones online o el denominado Campus Fundación, como su plataforma de formación virtual.
Por otra parte, es necesario mencionar que desde la página web del servicio de asesoramiento denominado “Línea prevención” (www.lineprevencion.com) existen múltiples herramientas aplicables a diferentes acciones formativas totalmente gratuitas para los/as profesionales del sector. Entre ellas, se puede destacar los “juegos serios” o serius game, como “Andamiando”, un complemento que hace más ameno el aprendizaje de los aspectos fundamentales relativos al montaje, la utilización y desmontaje de andamios tubulares; o “MaquinApp”, donde poder conocer aspectos preventivos en el uso de maquinaria.
Conclusiones
Con todos estos medios, y para dar cumplimiento a sus fines fundacionales, es clave para la Fundación Laboral de la Construcción la mejora de la seguridad y la salud de las personas trabajadoras del sector. Para ello, es imprescindible avanzar en una verdadera cultura preventiva.
Sin duda, para este avance, el papel de la formación es esencial a todos los niveles, tanto en personal de oficios, como en mandos intermedios, así como a nivel directivo. Es evidente la necesidad de que las personas que están sometidas a los riesgos laborales estén debidamente formadas, pero es fundamental que quienes tienen puestos de mando o de responsabilidad cuenten con formación en esta materia. Está comúnmente aceptado que si se cuenta con el compromiso y la implicación de las personas de los niveles superiores en la cadena de mando es más factible la consecución de los objetivos y que los mensajes calen en toda la organización.
Sin duda, es muy importante contar con personas a pie de obra debidamente formadas, pero también es primordial que quienes han de decidir tengan los conocimientos necesarios y los hayan interiorizado para que, en todo el proceso de toma de decisiones la prevención de riesgos laborales esté presente. En este sentido, si además son capaces de transmitir esos principios a toda la organización, su labor será mucho más efectiva, por lo que es necesario realizar también un importante esfuerzo dirigido hacia este colectivo.
